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Quinn Ewers, el prometedor mariscal de campo de los Texas Longhorns, fue nominado para uno de los premios más prestigiosos en el fútbol americano universitario: el Johnny Unitas Golden Arm Award. Este galardón, que se otorga anualmente al mejor mariscal de campo senior o de último año que esté listo para graduarse, resalta el reconocimiento que Ewers se ganó tras su buena actuación en la temporada pasada y su continuo desarrollo como líder del equipo.
A medida que se acerca su tercer año con los Longhorns, Ewers no solo muestra un notable progreso en su juego, sino también en su capacidad de liderazgo. Esta temporada ha sido incluido en las listas preliminares de varios premios importantes, como el Davey O’Brien Award, el Maxwell Award y el Walter Camp Player of the Year. Estos reconocimientos llegan en un momento especial para Ewers, quien viene trabajando arduamente para asumir su rol como líder del equipo, un aspecto que no siempre fue fácil para él, según ha reconocido en diversas entrevistas.
La nominación al premio Johnny Unitas Golden Arm y los otros reconocimientos que recibió en la pretemporada son un reflejo del impacto que Ewers tuvo tanto dentro como fuera del campo. Con el inicio de la temporada a la vuelta de la esquina, Ewers está preparado para liderar a los Longhorns en lo que muchos consideran podría ser un año digno de Trofeo Heisman, el máximo galardón individual en el fútbol americano universitario.
A thing of beauty 🎯@QuinnEwers x @XavierWorthy pic.twitter.com/WAC0sRlsZC
— Texas Football (@TexasFootball) February 17, 2024
Quinn Ewers no solo está demostrando su talento con el balón, sino también un gran crecimiento en su papel como líder dentro del vestuario de Texas. Uno de los momentos que más llamó la atención de su entrenador, Steve Sarkisian, fue cuando Ewers solicitó llevar a cabo una reunión solo para jugadores después de una práctica reciente. "Recibí un mensaje de Quinn pidiéndome si podían tener una reunión solo de jugadores antes de la reunión del equipo al día siguiente", reveló Sarkisian. "Esto es algo que no había visto en Quinn en los últimos dos años, y es una señal clara de su evolución como líder".
Este tipo de iniciativa no era común en Ewers, quien hasta hace poco tiempo prefería mantener un perfil más bajo en cuanto a liderazgo se refiere. En temporadas anteriores, las reuniones solo para jugadores eran lideradas por otros referentes del equipo, como Jordan Whittington o Jaylan Ford, ahora jugadores en la NFL. Que Ewers haya tomado la iniciativa de convocar esta reunión es un testimonio de su creciente confianza y del respeto que se ha ganado entre sus compañeros de equipo.
Ewers habló abiertamente sobre los problemas que enfrentó en su camino hacia convertirse en un líder eficaz. "En la posición de mariscal de campo, realmente no tengo otra opción que ser un líder para este equipo", comentó. "He tenido que aprender a conectarme con mis compañeros y encontrar maneras de motivarlos. Las relaciones que he construido han sido clave para convertirme en un mejor líder".
En el terreno de juego, Ewers también ha dejado su marca. La temporada pasada, completó 272 de 394 pases, acumulando 3479 yardas y 22 touchdowns, con solo seis intercepciones. Además, mostró su versatilidad al sumar cinco touchdowns por tierra, ayudando a que los Longhorns conquistaran el título de la Big 12 y aseguraran un lugar en los Playoffs del College Football con un impresionante récord de 12-1, a pesar de haber perdido dos partidos debido a una lesión.
Lic. en Relaciones Internacionales. Redactor y columnista para varios medios. Apasionado de la NFL y del College Football. Editor en No Huddle a partir de 2024.
