Habiéndose jugado ya la mayoría de los encuentros de la Semana 6 (quedan pendientes los dos partidos del lunes: Buffalo - Kansas City y Dallas - Arizona), en No Huddle te traemos aquellos equipos que, para nosotros, fueron los grandes perdedores de esta jornada.
En esta nota, la contracara: los ganadores de la fecha.
Nada le salió en esta fecha a Green Bay, que llegaba a Tampa con un récord de 4-0 y habiendo mostrado grandes pasajes en los juegos anteriores, pero se topó de frente con unos Buccaneers que dejaron a la vista sus flaquezas y supieron aprovechar cada oportunidad que tuvieron para dominarlos por completo. Y eso que la cosa había empezado bien para los de Matt LaFleur, que en el primer cuarto se adelantaban 10-0, puntos que terminarían siendo los únicos que conseguirían en la jornada. Ya en el segundo cuarto, los Bucs golpearon fuerte con cuatro touchdowns (el primero de ellos, fruto de una intercepción de Jamel Dean sobre Aaron Rodgers -en total tuvo dos, sus primeras de la temporada-) que resultarían letales para el devenir del partido y las esperanzas de los Packers.
Una de las sorpresas de la fecha estuvo en Foxboro, donde los Patriots cayeron ante Broncos en un partido que brilló por la falta de eficacia de ambas ofensivas y que tuvo a 24 de los 30 puntos totales combinados entre ambos llegando por medio de goles de campo. En este departamento, el que brilló fue el pateador de Denver, Brandon McManus, quien terminó con un 6/6. Pero volcándonos a New England, el gran perdedor de este duelo, alcanza decir que el equipo de Bill Belichick, que venía de una semana complicada con casos positivos de COVID-19, no sabía lo que era estar con récord por debajo del .500 desde 2002, lo cual ya es mucho decir. Además, venían de perder también en Semana 5 frente a Kansas City y en la próxima recibirán a San Francisco. Ah, y fue una tarde para el olvido de Cam Newton, quien justamente había sido uno de los afectados por el virus: 157 yardas por aire y 76 por tierra pero lanzó intercepciones en dos ocasiones.
Justo cuando empezábamos a ver esa versión de los Browns que siempre amagan a ser, esta vez el baldazo de agua fría se lo dieron los Steelers. Es que Cleveland, que venía de cuatro victorias al hilo, no encontró solución a la constante presión que Pittsburgh le puso a Baker Mayfield y, de ahí en adelante, el juego se decantó siempre para los de Mike Tomlin. Si además le sumamos que Baker venía tocado de una lesión en las costillas que lo tuvo a maltraer durante los entrenamientos de la semana y que Steelers le propinó cuatro sacks y presión en el 52% de sus dropbacks (el número más alto en su carrera), la ecuación fue suficiente. El QB fue reemplazado en el tercer cuarto por Case Keenum pero, de igual forma, no carburaron en toda la tarde. El dato: solamente convirtieron una de las 12 oportunidades que tuvieron en terceros downs y así es difícil ganar.
PICK 6️⃣⁰¡La cobertura de Minkah Fitzpatrick fue perfecta y se queda el envío de Baker Mayfield para aumentar la ventaja de @Steelers!
— NFL México (@nflmx) October 18, 2020
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Siguen las malas para Minnesota, que sin Dalvin Cook (su arma principal) no supo cómo jugarle a Atlanta Falcons, un equipo que llegaba sin victorias en lo que iba del año y que salió de esa mala racha haciéndole 40 puntos a los de Mike Zimmer. Y el marcador final (40-23), aunque ya de por sí holgado, engaña porque buena parte de la producción de Vikings llegó en el último cuarto, en el denominado "tiempo basura". Día para el olvido para Kirk Cousins, quien a pesar de conseguir 343 yardas por aire y tres pases de anotación, fue interceptado en tres ocasiones antes del medio tiempo y su equipo se fue con un amargo récord de 1-4 y un calendario que marca que en la próxima visitarán el siempre complicado Lambeau Field.
"Si sigo así con las intercepciones, no terminaré la temporada", dijo el QB que en marzo recibió una extensión de dos años y 66 millones de dólares. Y no, querido Kirk... ¿La buena entre tanta pálida? El receptor rookie Justin Jefferson parece ser de verdad: 166 yardas y dos recepciones de touchdown fueron lo único salvable para Minnesota.
Nota realizada por la redacción de No Huddle.