En No Huddle, comenzamos a escribir sobre las "dinastías" que dominaron la NFL con los grandes equipos de Green Bay Packers y Pittsburgh Steelers de las décadas de 1960 y 1970, respectivamente.
Ahora llegó el turno de la franquicia que dominó la década de 1980: San Francisco 49ers. En ese momento, el mundo de la NFL experimentó lo que muchos consideran el mejor dúo de QB-WR de la historia: Joe Montana y Jerry Rice. Y además, como comente en una nota anterior, fue el comienzo de la revolución ofensiva en este deporte. Establecieron un ataque que hoy en día juegan la mayoría de los equipos donde involucran a los corredores en juego aéreo. El denominado sistema “West Coast".
San Francisco 49ers fueron fundados en 1946 por Tony Morabito y ha tenido algunas buenas temporadas a lo largo de los años. En 1979, el propietario Edward DeBartolo Jr. contrató al entrenador de la Universidad de Stanford, Bill Walsh, para ser su entrenador en jefe. Walsh ya tenía experiencia en el deporte profesional ya que entre 1968 y 1975 fue coordinador ofensivo de los Bengals de Cincinnati. El objetivo era claro: reconstruir el equipo y hacerlo contendiente.
En su primer año como entrenador en jefe, Walsh seleccionó a Joe Montana, de la Universidad de Notre Dame, quien sería la cara de esta franquicia durante muchos años. También consiguió al receptor Dwight Clark, otro jugador que sería importante para esta reconstrucción.
El primer año de la década no fue bueno. Terminaron con un record de 6-10. Una de las grandes causas de esto era que todavía Joe Montana no era el QB abridor de forma definitiva. Alternaba la titularidad con Steve Deberg, pero para finales de este año, la fanaticada estaba muy entusiasmada por lo que podía ocurrir en campañas venideras porque veían el talento joven jugador y porque asimismo estaban en presencia de un ataque completamente renovado que era muy difícil de defender. Utilizar a los corredores en situaciones de juego aéreo creó una confusión en las defensas que no siempre utilizaban el esquema correcto para poder contrarrestarlo.
1981 fue el año del primer anillo de campeón. Con Montana liderando de manera indiscutida y un ataque establecido, ahora los 49ers necesitaban mejorar su defensa si querían llegar al último partido del año. Por esa razón, en ese temporada baja previa, incorporaron jugadores de ese sector de la cancha y su recompensa fue inmediata. Luego de culminar con un record de 13-3 y de vencer a los Giants y Cowboys en playoff, San Francisco alcanzó su primer Súper Bowl. En ese juego final derrotaron a los Bengals por 26-21 y se proclamaron campeones siendo el QB estrella, el MVP del cotejo. En su primer año como titular en todos los juegos, “San José de la montaña” (sobrenombre que le decía un periodista latino de ESPN al prestigioso QB) demostró lo bueno que era en los momentos más decisivos, siempre con buenas jugadas y pases quirúrgicos en las situaciones más cruciales de los partidos
Vale comentar que en la final de Conferencia frente a los Dallas Cowboys se ejecutó una de las jugadas más espectaculares de la historia de la NFL, denominada “The Catch”. Con poco tiempo en el reloj y con los niners perdiendo por 27-21, Montana, con mucha presión encima, lanzó el balón a la zona de gol, donde Dwight Clark, con muchas marcas sobre el, atrapó el ovoide y sentenciaron el partido a su favor.
Luego una mala temporada (1982) donde lo único rescatable fue que Montana rompió un récord con una secuencia de cinco juegos consecutivos con al menos 300 yardas aéreas y un 1983 donde perdieron en playoff con Washington Redskins, en 1984 lograron alzarse con su segundo campeonato.
Fue una temporada inolvidable para la franquicia de la bahía ya que ganaron quince juegos en la temporada regular y solo perdieron uno. Después de esta cantidad de triunfos, el equipo de Bill Walsh llegó a los playoffs como un gran favorito para ganar la liga y no decepcionó: en el primer juego, vencieron a los Gigantes de Nueva York por 21 a 10. Poco después, mataron a los Osos de Chicago por 23 a 0 en el fin de la conferencia. En el Súper Bowl XIX, se enfrentó a los Miami Dolphins del MVP de la temporada, Dan Marino y los derrotaron fácilmente con un puntaje de 38 a 16. Como en su primer logró, Montana fue el jugador importante de la final al sumar 331 yardas totales y tres anotaciones.
1985 no fue mal año, pero no fueron tan dominantes como la temporada anterior. Llegaron a la postemporada pero en esta, perdieron 17-3 contra los Giants de New York. Lo destacable de ese campaña fue que marcó el debut de Jerry Rice en la NFL y que el RB, Roger Craig se convirtió en el primer jugador en la historia en poder correr y recibir pases para más de 1000 yardas.
1987 fue otra temporada impresionante de los 49ers, ganando su división con una campaña de 13-3. Al equipo le estaba yendo muy bien tanto en defensa como en ataque, lo que demuestra que fue uno de los grandes favoritos para llegar al Súper Bowl una vez más. Sin embargo, en el primer juego de la postemporada contra los Vikings de Minnesota, el equipo perdió 36-24 en uno de los peores juegos de la carrera de Joe Montana. En ese duelo, terminó siendo reemplazado por Steve Young, quien entró muy bien y causó dudas sobre quién sería el dueño de la franquicia al año siguiente.
A pesar de la controversia sobre quien debía ser el titular en la posición más importante de la ofensiva, Walsh comenzó la mayoría de los juegos con Joe Montana y el equipo terminó la temporada regular con 10-6. En los playoffs, pudo vengarse de los Minnesota Vikings y logró una victoria fácil por 34 a 9. Contra los Chicago Bears en la final de la Conferencia, un nuevo triunfo accesible por 28 a 3. En el Súper Bowl XXIII contra Cincinnati Bengals, fue éxito por 20-16, en un partido muy disputado que se definió en los últimos minutos gracias un hermoso pase de TD de Montana a John Taylor. Esta vez el MVP no fue el QB sino a Jerry Rice. El receptor terminó esa final con 11 recepciones para 215 yardas y 1 TD. Negativamente, después del título, el entrenador Bill Walsh se retiró, dejando el trabajo al coordinador defensivo George Seifert.
En el último año de la década, la campaña de los 49ers fue inolvidable: Joe Montana acumuló 3,521 yardas aéreas, 26 TD, solo 8 INT y terminó ganando el MVP de 1989. Jerry Rice, a su vez, también brilló con 1,490 yardas recibidas y 17 TD durante todo el año. El equipo finalizó la temporada regular con una campaña de 14-2, siendo marcado como uno de los equipos más dominantes de la década gloriosa de los 49ers. En el primer partido de playoff, ganó fácilmente a los Minnesota Vikings por 41 a 13, luego destruyó a los Rams de Los Ángeles por 30 a 3 para luego derrotar a los Broncos de Denver en el Súper Bowl XXIV por 55 a 10.
Este enfrentamiento marcó la última aparición de Joe Montana en esta instancia. Fue una verdadera paliza, en lo que sería la mayor diferencia en puntos en un Súper Bowl en la historia de la NFL. Exuberante partido de todas las estrellas del equipo, un juego perfecto. Montana terminó con 297 yardas y 5 touchdowns, mientras que Jerry Rice recibió 7 balones para 148 yardas y 3 TD.
Ya en la nueva década también tuvieron una gran temporada con catorce ganados y dos perdidos pero en los playoffs sucumbieron ante los Giants de Bill Parcells y Bill Belichick. Este partido indicó el final de una era gloriosa de los mineros y de Joe Montana como QB titular de la franquicia. Le dejó los comandos del ataque definitivamente a Steve Young
Cuatro trofeos Vince Lombardi en diez años es sinónimo de dinastía. Muy pocos equipos en podido lograr eso y demuestra la grandeza de este conjunto. Además fueron los iniciadores de un estilo de juego muy vistoso y que genera grandes dividendos.
Desde ese entonces y hasta la actualidad, San Francisco 49ers solo pudo ganar un título y fue en 1995 frente a los San Diego Chargers. Además disputo dos finales pero las perdió con Baltimore Ravens y Kansas City Chiefs respectivamente.
117 victorias, 51 derrotas y un empate en la temporada regular.
4 títulos de Súper Bowl (XVI, XIX, XXIII y XXIV).
7 nombres en el Salón de la Fama: Bill Walsh, Jerry Rice, Joe Montana, Steve Young, Fred Dean, Charles Haley y Ronnie Lott.
Cinco jugadores retirados: # 16 Joe Montana, # 80 Jerry Rice, # 8 Steve Young, # 42 Ronnie Lott y # 87 Dwight Clark.
Luego de todos estos palmares, quería escribir un párrafo aparte sobre Joe Montana y Jerry Rice. Inculcaron un camino y una forma de jugar a los jugadores sucesorios. Si bien uno puede discutir si fueron los mejores en la historia en su posición, para mí lo son aunque ahí claramente puede jugar lo emocional o el gusto de cada persona, es indiscutido que fueron un espejo para los Tom Brady, Randy Moss, Aarón Rodgers, etc. Marcaron una ética de trabajo y conducta que van más allá de lo efectuado dentro del emparrillado. Ser el mejor jugador no siempre va acompañado de estadísticas estratosféricas, sino va asociado con el legado que dejas a los deportistas posteriores y no hay duda que este dúo fueron los grandes embajadores de este deporte.
Co-Founder de No Huddle. Miembro activo del fútbol americano nacional desde 1996. Conductor del programa de Football Nacional y redactor de la web.