Ya entramos de lleno en modo offseason, pero la NFL no nos da descanso. Por esa razón es que iniciamos esta serie de notas en las que, como dice el título, intentaremos descifrar qué fue lo que no les funcionó a las franquicias la temporada pasada y, por qué no, también encontrar soluciones para mejorar en el corto y mediano plazo. Hoy: Denver Broncos.
Los Broncos encararon la temporada 2020 con muchísimas expectativas y terminaron queriendo olvidarla rápidamente. Es más, algunos analistas hasta conjeturaban que podían ser el rival que le batalle el liderazgo de la AFC Oeste a Kansas City Chiefs. La principal razón por la cual pensaban esto era porque se creía que con la selección de Drew Lock en el draft 2019 y sus muy buenos juegos durante su campaña de novato, la franquicia del estado de Colorado había logrado finalmente conseguir el quarterback confiable que no tenían en el plantel desde el año 2015, cuando se retiró Peyton Manning. Bueno, no fue así...
El equipo dirigido por Vic Fangio siempre se caracterizó por poseer una gran defensiva, por lo que necesitaban agregar armas en ataque para ser un contendientes, además de una persona que pueda guiar de manera eficaz a Lock. Y fue efectivamente lo que realizaron en la temporada baja previa a la campaña anterior, cosa que esperanzó aún más a la fanaticada y parecía ratificar lo que presagiaban los especialistas: firmaron como coordinador ofensivo a Pat Shurmur, quien supo encaminar a Daniel Jones en sus primeros años en la NFL con los Giants.
Con respecto a jugadores, llegaba Melvin Gordon y seleccionaron con sus picks de primera y segunda ronda a los receptores Jerry Jeudy y K.J. Hamler. El egresado de Alabama (Jeudy) era para muchos el mejor prospecto de la posición. Estos atletas, sumados al TE Noah Fant y al WR Courtland Sutton, quien ya se encontraban en el roster y cuyo potencial parece no tener techo, podrían combinarse en una ofensiva sumamente explosiva y capaz de aniquilar a cualquier defensa que se les presente en el camino. Lamentablemente esto último no sucedió y les comentaremos los motivos y qué es lo necesitan de cara al 2021.
La campaña culminó con un pobrísimo record de 5-11 que los dejó en el sótano de la división y planteó un tendal de dudas. Muchos miembros de la organización se encuentran en la cuerda floja y este 2021 será el examen final para ver si pueden continuar en la franquicia o si prescinden de sus servicios.
Luego de varias temporadas con malas decisiones, John Elway dejó su cargo de GM para ser sólo vicepresidente de operaciones (su lugar pasó a manos de George Paton). Las lesiones jugaron un papel clave para el mal año porque fueron sus principales figuras quienes protagonizaron las mismas: Von Miller, uno de los mejores pass rushers de toda la NFL, se vio marginado por una lesión del tobillo antes de comenzar la campaña, Courtland Sutton solo pudo jugar tres cuartos en todo el año ya que se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla y el RB, Phillip Lindsay, también se ha perdido varios encuentros por haberse lastimado un dedo del pie.
El ataque, que tanta ilusión generaba, fue uno de los más improductivas de toda la liga. Esto, en gran parte, fue responsabilidad de Lock. El QB tuvo un gran retroceso en su juego comparado con el 2019 y volvió a generar incertidumbre en la posición mas importante. Su eficiencia de pases completos no alcanzó el 60% y es uno de los que debe rendir en este año si quiere continuar siendo el titular. Melvin Gordon, en tanto, tuvo un regular torneo y, además, problemas de disciplina fuera del campo que generaron mucho malestar dentro de la institución.
La defensiva tampoco contribuyó a la causa. Estuvieron dentro de las diez peores defendiendo el ataque terrestre y, con respecto a la cobertura por aire, salvo Justin Simmons, quien ejecutó una gran campaña, el rendimiento de los demás fue malo. A.J. Bouye fue el primer damnificado de este pobre 2020, ya que en el mes pasado fue desvinculado del equipo. El CB proveniente de los Jaguars y de quien se esperaba que sea uno de los pilares, tuvo un pobre desempeño. De acuerdo con ProFootball Focus, permitió un rating de 102.9 a los pasadores rivales y además sólo participó en siete partidos, producto de múltiples lesiones. Ambas situaciones, y lo oneroso de su contrato, estimularon la decisión de la gerencia de dejarlo libre.
El head coach Vic Fangio es otro que está en la silla caliente. Si los suyos no vislumbran una mejora, es muy posible que esta sea su última temporada al mando de los Broncos. Es más, si el 2021 se asemeja al 2020, lo más probable sería que no llegue a final de año.
Con el corte de Bouye previo al inicio del calendario 2021, los Broncos han hecho un espacio de 13 millones de dólares en su tope salarial, lo que significa que en la próxima temporada la organización entrará a la agencia libre con poco menos de 42 millones para gastar. Las prioridades vienen por el lado defensivo, donde deben mejorar tanto el front seven como la secundaria. Por esa razón, tanto la free agency como el draft deben complementarse para evacuar de forma efectiva las necesidades primarias
La primera e inteligente medida fue taggear a Justin Simmons bajo la etiqueta de jugador franquicia. El talento de Boston College es uno de los mejores en su posición y era vital mantenerlo en el equipo, más si Kareem Jackson, el otro safety, no tiene contrato y no hay certezas de que regrese. En este año, el profundo pasará a cobrar como mínimo 11,4 millones de dólares garantizados.
Von Miller es otro agente libre al que intentarán repatriar como sea. El GM, George Paton, está dispuesto a romper el chanchito y pagarle lo que pida el MVP del Super Bowl 50. Las esquinas son otra necesidad que deben subsanar con rapidez y eficiencia. Está claro que si quieren tener chances de competir contra Kansas City, sí o sí deberían mejorar la presión al QB y la cobertura de los WR. También empezaron a circular versiones de que buscarán algún QB veterano que pueda pelearle el puesto a Lock y que éste vea que no tiene asegurado su futuro. Off the record, se dice Ryan Fitzpatrick podría mudarse de Miami a Colorado...
Como dijimos, el draft debería ser un complemento de lo procesado en la agencia libre un mes antes, pero siempre buscando socavar las principales falencias del roster, que en este caso es la defensiva.
El draft 2020 fue netamente ofensivo cuando se incorporaron WRs, TE y OL. Si bien los resultados no tuvieron el impacto inmediato que hubiesen deseado, la mayoría de los elegidos fueron titulares y, con un año de experiencia en la NFL, su juego podría mejorar en gran escala. Para el de 2021, Denver contará con nueve picks totales y la mayoría de estos se encuentran dentro del top 10 de cada ronda. Esto significa que si se mueven de acuerdo a sus necesidades, los tres veces ganadores del trofeo Vince Lombardi podrían adquirir gran valor en todos sus turnos. Un detalle no menor, y que podría influir mucho en sus elecciones, es que necesitan jugadores desarrollados que puedan ser titulares desde el día uno. El tiempo, en este caso, no será su aliado y los resultados se tendrán que ver de forma urgente.
Con su primer pick, el noveno global, hay dos grandes candidatos a seleccionar de acuerdo a su board: el LB Micah Parsons, de la Universidad de Penn State, o el CB Caleb Farly, egresado de Virginia Tech. La lógica indica que irían por ahí para empezar a armar su rompecabezas con el que posiblemente drafteen un par de cornerbacks, lineros internos y externos (tantos defensivos como ofensivos) y linebackers. Igualmente, tampoco hay que olvidar que esta es una liga de mariscales y hay cinco prospectos muy prometedores que podrían ser tomados por aquellos que tienen dudas en esa posicion. No nos sorprendamos de que en su primer pick de segunda ronda (40 global) intenten elegir a Mac Jones, de Alabama, o Trey Lance, de North Dakota State, si todavía están disponibles.
En fin, las oficinas de Broncos tienen un arduo trabajo por delante para recomponer una defensiva que supo ser de las mejores del fútbol americano profesional y para que Drew Lock pueda mejorar su efectividad y maximizar sus armas aéreas. Si todas las piezas funcionan y están sanas, podrían ser de temer.
Co-Founder de No Huddle. Miembro activo del fútbol americano nacional desde 1996. Conductor del programa de Football Nacional y redactor de la web.