La NFL es una liga que está en constante cambio. Las franquicias se renuevan, cambian de ciudad, las ofensivas son cada día más innovadoras y dominantes, pero lo que se mantiene es la presión. Presión que sufren los directivos y los entrenadores por parte de los fanáticos de sus equipos. Presión que a veces impulsa buenos resultados, y a veces no tanto. La paciencia del hincha es limitada. Por esa razón, en este Hot Seat se encuentra el head coach de Arizona Cardinals, Kliff Kingsbury.
Kliff Kingsbury llegó a la franquicia del desierto como una sensación de football universitario. En 2019 finalizaba su ilustre carrera de 11 años en College para llegar a un puesto de entrenador en la NFL de manera directa. Es algo raro, ya que tampoco tuvo éxito rutilante en la NCAA. De 2013 a 2018 fue el HC de Texas Tech, donde dirigió a Pat Mahomes. Arizona y el GM Steve Keim se vieron tentados por el joven entrenador y su estilo moderno de ofensiva. El movimiento fue criticado ya que dejaron pasar varios candidatos mucho mejor calificados para ir por Kingsbury. Hasta ahora, no ha sido justificado.
En su primera temporada, dio un golpe en la mesa al draftear a Kyler Murray con el pick 1 del Draft teniendo a un Josh Rosen que apenas tenía un año en la liga. Ese movimiento se vio mejor con el paso del tiempo ya que Kyler demostró ser mucho mejor que Josh. Pero en esa primera campaña las expectativas no eran altas y el récord de 5-10-1 no sorprendió a nadie.
El problema, como se dijo al principio, es la paciencia. El año pasado, en su segunda campaña, todo parecía indicar que el equipo tenía plantel para llegar a Playoffs. Sobre todo tras el gran traspaso que les consiguió a DeAndre Hopkins. Tenían a Murray, tenían armas para el QB y la defensa no era mala como para arrastrar una talentosa ofensiva. Pero el rendimiento pobre de un ataque, donde se supone que Kingsbury es un gurú, sumado a los resultados, hicieron que fuese una campaña decepcionante. 8-8 fue el récord con el que se quedaron a las puertas de la postemporada.
Ahora, con varias incorporaciones de lujo, que incluyen a JJ Watt y centro Rodney Hudson, Kliff Kingsbury no puede perderse la postemporada. Tiene el equipo necesario, queda en él demostrar por qué confiaron en un experto de la "Air Raid Offense". Y es muy probable que de volver a fracasar, la paciencia se acabe y veamos a Kliff de vuelta en la NCAA, o como parte de un cuerpo de coaches en otra franquicia.
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