La National Football League (NFL) comenzó su largo camino al Super Bowl, con unas 18 semanas que estarán cargadas de excelentes encuentros en cada fin de semana. Must Watch es tu nota de previa que analizará los partidos más relevantes de la semana, con un detallado análisis de cada uno de ellos.
Los expertos harán énfasis en los duelos más interesantes de cada partido que forme parte de la nota. La misma estará compuesta por tres partidos del primer turno, un partido del segundo turno y por aquellos que se juegan en prime time, tanto del domingo por la noche (Sunday Night Football) como el lunes por la noche (Monday Night Football).
Antes de comentar el análisis de los seis partidos, les recordamos que la Semana 18 es la ultima fecha de la temporada regular y no se disputa ningún partido ni el día jueves ni el lunes. Por otra parte, y dadas las circunstancias sucedidas en el encuentro entre Buffalo Bills y Cincinatti Bengals, desde No Huddle estamos rezando para que el profundo de Buffalo, Damar Hamlin, pueda salir del estado crítico y recuperarse.
Será la batalla por la AFC Sur, ni más ni menos. Prácticamente no hay mañana para ninguno de estos equipos después de este enfrentamiento: quien gane entrará a la postemporada y con ventaja de localía en el primer partido por ser campeón divisional. Jacksonville Jaguars, perdiendo este partido, debería esperar un milagro para entrar a playoffs. Tenessee Titans, de ser derrotado, directamente quedará sin chances.
Toda una historia fue la temporada de los dirigidos por Doug Pederson. Luego de un buen arranque, en el que prácticamente fueron el equipo sensación de la NFL, acumularon varias derrotas consecutivas y parecía que otro año más iban a estar más cerca del Pick #1 que de los playoffs. Ahora, después de ganar cinco de los últimos seis juegos, lideran su división. Si quieren llevarse este partido, ofensivamente deberán apostar a lo que les salió bien en la victoria 36-22 ante este mismo rival semanas atrás: buena protección a Trevor Lawrence y mucho volumen de juego aéreo. Esto se hace más evidente si tenemos en cuenta que Tennessee sufre bastante por esa vía y además le cuesta generar presión hace ya varias semanas. Tampoco tiene una ofensiva que parezca capaz de seguirle el ritmo a los locales en un juego de muchas posesiones y anotaciones. Para los visitantes es fundamental volver a ese ADN físico de principio de año y marcarle los límites al mariscal rival. Tampoco deben perder de vista a un Travis Etienne que en los últimos partidos luce imparable, aunque en el aspecto terrestre Titans es de las mejores defensivas de la liga.
Vamos a lo que sucederá del otro lado del terreno: Ryan Tannehill no estará presente, por lo que será Josh Dobbs quien se ubique detrás de centro. Está claro que este mariscal no es la solución, pero tampoco ha lucido como un problema en el partido contra Dallas Cowboys. Además, el eje de esta ofensiva es Derrick Henry, quien de todos modos llega algo limitado de su lesión de cadera. En un juego en el que solo importa ganar, no sorprendería que lo arriesguen de más y que tenga un muy alto volumen de toques. La clave para los dirigidos por Mike Vrabel es controlar el reloj de posesión, ganar muchas yardas en primeras y segundas oportunidades y limitar errores por aire. La defensiva por tierra de Jaguars ha sido buena durante la temporada, pero en el primer enfrentamiento entre ambos equipos fue Henry el que se impuso. El conjunto de Duval County sabe que agrupar muchos jugadores en la caja es un riesgo que, dadas las circunstancias, quizá valga la pena correr esta vez.
Duelo entre dos de los mejores equipos de la AFC, pero que no llegan en las mejores condiciones a la última semana. Los locales vienen de un fatídico duelo ante Buffalo Bills. Damar Hamlin, profundo de Buffalo, sufrió un ataque al corazón y está peleando por su vida, recuperándose día a día. El juego fue suspendido y no sabemos cómo esto afectará la cabeza de los jugadores de cara a este partido, sobre todo a Tee Higgins, quien fue parte del accidente. Baltimore Ravens sigue sin contar con Lamar Jackson bajo centro debido a una lesión en su rodilla y, sabiendo que no le renovaron contrato, muchos temen haber visto ya el último snap del ex MVP de la NFL con la camiseta violeta.
Los comandados por Joe Burrow siguen manteniendo el altísimo nivel mostrado en la temporada pasada que los llevó al Super Bowl, y este año quieren repetir esa hazaña. Ganaron sus últimos siete juegos en fila luego de un arranque irregular. Así, desecharon así todas las teorías que decían que eran simplemente un equipo sensación, de una sola buena temporada (como si fue el caso de Los Angeles Rams, sus rivales en el último Super Bowl). El QB sigue demostrando ser uno de los más talentosos de la liga para estar bajo centro, con un nivel de IQ superlativo y pases que parecen sacados de un videojuego. Sus compañeros mantuvieron las actuaciones espectaculares de 2021, tanto Higgins como Jamarr Chase superarán las 1.000 yardas por aire (a sabiendas, Chase se perdió 5 juegos en la campaña). Joe Mixon agregó lo suyo por tierra, dándole balance a la ofensiva. La OL vio una mejoría en cuanto a la protección del QB, ya que esta campaña permitieron 12 capturas menos que el año pasado. Jugarán ante una de las defensas más físicas que hay en la liga, con una secundaria prácticamente impasable y un front seven violento que mete presión jugada tras jugada. El tiempo que le puedan dar a Burrow en el bolsillo será el factor determinante de este encuentro.
Los locales, como dijimos, no tendrán a Lamar Jackson por quinta semana consecutiva (no juega desde la Semana 13 ante Denver Broncos), por lo que todo caerá nuevamente en manos de Tyler Huntley. Si bien pes un QB similar a Jackson en cuanto a su estilo de juego (que puede correr), no le llega ni a los talones al #8. Para ver la importancia de Jackson, pese a haberse perdido ya cuatro juegos, sigue siendo el líder corredor del equipo con 764 yardas, e iba camino a romper la marca de las 1000 yardas con mucha holgura. Por aire venía teniendo un año sin sobresaltos, aunque sabemos que los pases nunca fueron su fuerte. Huntley no tiene la capacidad de Jackson de extender jugadas o comprar tiempo dentro del bolsillo, por lo que la línea ofensiva deberá ver cómo frenar a Sam Hubbard y a Trey Hendrickson si quieren que su QB pueda desarrollar su juego. Dada la situación ocurrida el fin de semana pasado, de ganar Ravens alcanzaría a Bengals con 11 victorias, pero tendría una derrota más en su récord. Por lo tanto, el desempate está a favor de los de Cincinnati y ya son campeones divisionales. Ravens pelea por llegar al 5to sembrado mientras Bengals quiere quedar 2do, para lo cual deben ganar y esperar que Bills pierda su juego.
No es un partido más. Los ojos del mundo están puestos en Buffalo, no por el juego en sí, sino por el acontecimiento. El equipo liderado por Josh Allen volverá a jugar luego de la grave y trágica lesión de su profundo Damar Hamlin, que nos dejó con el corazón en la boca por varios minutos.
Si bien en términos exclusivamente deportivos no veo como al equipo local se le pueda escapar el triunfo de sus manos, el factor anímico y emocional juega un papel preponderante. Si todavía no pueden salir del estupor del lunes pasado, el partido les podría ser muy cuesta arriba, porque como decimos en criollo “la cabeza está en otro lado”. Si sucede esto y no están con la concentración adecuada, lo podrían pagar caro. Ahora, si a lo sucedido en el último MNF lo toman como motivación y “buscan” ganar para honrar al Hamlin, veo un triunfo muy claro para Bills. Yendo a lo necesario para ganar el match, los dirigidos por Sean McDermott tienen que tener una ofensiva balanceada alternando corridas con pases y buscar siempre el mejor matchup disponible. Es decir, si la ventaja está en el duelo de Gabe Davis con su CB o el de los RBs con los linebackers, deberán insistir con ese duelo hasta que Bill Belichick ajuste la defensa. Hay que decir que la defensiva de New England Patriots liderada por Matt Judon es elite y ya tiene seis pick six en la temporada. Esto demuestra que si Josh Allen rifa el ovoide podrían pasarlo muy mal. En defensiva, se enfrentan a una ofensiva pasada de moda donde correr con el balón parece ser su única forma de ataque. ¿Qué deberán hacer entonces para contrarrestar esto? La respuesta es simple, poner muchos jugadores en la caja, cerrar todos los agujeros y buscar que Mac Jones gane por aire.
Para el equipo visitante, los playoffs comenzaron la semana pasada frente a Miami Dolphins y el domingo es el turno de Buffalo. Saben que si no ganan se termina el año. El fuerte de este equipo es su defensa: tienen la capacidad de cambiar el transcurso del juego con una captura o un recupero de balón. Obviamente, se enfrentan a una de las mejores ofensivas de la NFL, que posee múltiples variantes y formaciones, por lo que van a tener que realizar una defensiva que varie continuamente el sector de las cargas. Asimismo, en la cobertura por aire también deberán variar formaciones y a quién “doble marcar” y “dejar libre”. Generar confusión en Allen es la única posibilidad de triunfo. Por el lado del ataque, es un partido que no pueden ir al palo por palo, no tienen chances. Necesitan un partido lento, renovar los intentos en el tercer intento, para desgastar a la defensiva local y para que la ofensiva rival no entre al campo y por ende no esté en ritmo. Y pegar cada vez que pueden: cuando lleguen al campo rival, irse siempre con puntos, ya sean de a tres o siete.
La última jornada de la temporada regular nos deja un enfrentamiento divisional de equipos clasificados a los playoffs que puede marcar quién será la franquicia que descansará en la Ronda de Comodines. Por un lado está New York Giants, sembrado sexto en la NFC, posición que no va variar. Por otro, los Eagles de Philadelphia, que con un triunfo se aseguran jugar toda la postemporada de local, pero si pierden podrían pasar a la segunda posición del escalafón de la Conferencia Nacional o incluso perder la NFC Este y caer al quinto sembrado.
Para este juego, imagino que Brian Daboll, HC de los Giants, no querrá forzar a sus jugadores más importantes, (léase Daniel Jones o Saquon Barkley) para que lleguen frescos y sanos al partido de Wild Card. Eso significa que o no jugarán o no estarán en el emparrillado todo el partido. Seguramente buscarán realizar un partido de posesiones largas con muchos acarreos y paseos cortos. Todas jugadas “básicas” para no mostrar nada de cara al futuro. Richie James se convirtió en el arma aérea más importante del “big blue” y podía ver muchos pases desde el slot hacia su persona. Por el lado defensivo, se enfrentan a un ataque muy explosivo que contará con la vuelta de QB titular, Jalen Hurts, candidato a MVP de la temporada. Su objetivo primordial debería ser que este jugador no se escape por tierra y por aire y además estar con cuatro ojos sobre AJ. Brown. Para lograr ambas cosas, los defensive ends no tienen que permitir que el mariscal corra por las esquinas. Al mismo tiempo, los LBs cubrir las corridas internas y en el perímetro variar la cobertura, o sea, por momento ponerle doble cobertura al WR1 rival, en otras hombre a hombre y en otras marcación zonal para que los dirigidos por Nick Sirianni no puedan leer la tendencia.
El equipo local saldrá con el cuchillo entre los dientes el domingo por la tarde. Descansar una semana y definir la postemporada siempre con tu público es una gran ventaja que no pueden desperdiciar. Encima se enfrentan a una escuadra que cuidará a sus mejores exponentes para evitar lesiones. Con la vuelta de Hurts vuelve la doble amenaza que hace a la ofensiva de los Eagles sumamente peligrosa e impredecible. Dentro de su playcalling veremos muchas corridas del QB y su RB, Miles Sanders para forzar que pongan a muchos jugadores en la caja. Cuando suceda esto, mediante jugadas de “play action” buscarán a AJ Brown y Devonta Smith. En el otro sector del campo, saben que el mayor potencial del equipo visitante es el ataque terrestre, por lo tanto formarán muy cerca de la línea de scrimmage para que Giants deba ganar por aire, su principal déficit. Asimismo, la secundaria local es una de las mejores de toda la NFL y en cualquier momento puede generar un pick six.
Si uno hubiera tenido que apostar antes de la temporada, seguro hubiera dicho que el equipo que iba a llegar con chances (si no ya clasificado) de entrar a la postemporada iba a ser Los Angeles Rams. Otra vez más, los pronósticos fallaron: Seattle Seahawks quiere ganar en su casa para hacerse del 7mo sembrado, mientras que los angelinos ya no juegan por nada.
Los dirigidos por Pete Carroll han sido un ejemplo de resiliencia desde que empezó el 2022. Con sus limitaciones y altibajos (el récord lo demuestra), si ganan y Green Bay Packers no, lograrán estar en playoffs. En otro escenario más improbable, si empatan, Green Bay empata y Washington Commanders no gana, también lo conseguirán. Ahora bien, necesitan mucho de una inspirada tarde de Geno Smith, quien el domingo pasado demostró que cuando está bien la ofensiva es otra cosa, más parecida a la de principios de temporada. De hecho, así fue como vencieron a este mismo rival semanas atrás, con mucho protagonismo del quarterback y sin necesariamente un juego terrestre dominante.
La unidad defensiva de Rams es competente contra los acarreos y no suele dejar que los equipos rivales se impongan por esta vía. Aún así, no pueden desconcentrarse, porque un buen partido de Kenneth Walker III le daría al ataque de los locales una cuota de balance e impredecibilidad que podría darles la ventaja. Si consiguen presionar de manera consistente a Smith, cortarán el ritmo de juego y le darán una chance a su pobre ofensiva de mantenerse a tiro.
¿Y por qué decimos que la de ofensiva de Rams es "pobre"? Los números hablan por sí solos: las lesiones de Matt Stafford, Cooper Kupp y la línea ofensiva han contribuido para que el ataque de Los Angeles sea el segundo peor en términos de yardas totales. Su única esperanza ahora es Cam Akers, que inesperadamente ha brillado sobre el final de temporada luego de un año en el que por momentos incluso parecía que sería traspasado.
Enfrente estará una defensiva más que competente, al menos para lo que se esperaba de ellos antes de la temporada. Los jóvenes han hecho una labor extraordinaria en líneas generales, en especial el CB Tariq Woolen, quien lidera la NFL en intercepciones (seis). Enfrentando a un cuerpo de receptores que no asusta, no vemos por qué el defensivo no podría tener otra actuación dominante y ser el factor X en este emparejamiento. Eso sí, el gameplan se debe basar en que Cam Akers se imponga por la vía terrestre: sino pregúntenle a Denver Broncos.
Duelo entre dos equipos de la NFC Norte que no pelean por la división, sino por ocupar ese último espacio de cara a los playoffs. Ambos quieren ser el sembrado #7, y tienen chances de lograrlo. Los locales solo deben ganar; los visitantes necesitan ganar y que Seattle Seahawks pierda contra Los Angeles Rams. Difícil, pero no imposible.
Aaron Rodgers tuvo una temporada plagada de inconsistencias, problemas internos con el equipo (recordemos cuando le echó en cara a sus WRs novatos que no estaban a la altura del juego) y un mal llamado de jugadas por parte del staff de coacheo. Lejos quedaron esas dos temporadas donde fue el MVP de la NFL, a tal punto que este año lanzó más intercepciones que en 2020 y 2021 sumados. A las claras se vio que cuando el 12 no está al 100% el equipo no funciona, y más habiendo perdido a su principal arma en la temporada baja al irse Davante Adams a Las Vegas Raiders. Para este fin de semana buscarán revertir por completo la imagen mostrada en el duelo de la Semana 9, donde perdieron 15-9 y el QB de verde lanzó tres intercepciones. En aquel encuentro el juego terrestre tampoco funcionó, ya que los corredores de los Packers acarrearon el balón 20 veces para 59 yardas, teniendo una de las peores actuaciones de la campaña. Si este fin de semana quieren poner puntos en el marcador y manejar el encuentro, será menester que puedan mover el balón por tierra. La defensa sufrió mucho a un ex Packer, Jamaal Williams, quien consiguió 81 yardas por tierra. Las anotaciones de Lions en aquel juego vinieron en jugadas cortas con pases a los TEs, una fórmula que le viene funcionando muchísimo en la zona roja, y para la que Joe Barry deberá estar preparado.
Los Lions son, junto a los Seahawks, las sorpresas de la NFC. Ambos equipos llegan a la última semana con chances, cuando se esperaba en la previa que sean coleros de su división. Luego de lo mostrado el año pasado, Jared Goff parecía no ser la respuesta para Lions luego de que estos tradearan a su QB franquicia a los Rams, pero ese año tuvo una actuación más que aceptable, rodeado por buenos WRs y por un juego terrestre más que competente. El mariscal lanzará para 1000 más que la temporada pasada, logrando 10 pases de TD más pero la misma cantidad de intercepciones, lo cual es una mejora sustancial que permite el correcto desarrollo del juego para el equipo. La defensa recuperó en Alex Anzalone a un líder de unidad, alguien que se hizo dueño del medio del campo con 117 tackles, seis tackles para pérdida y una intercepción. A su vez, encontraron en Aidan Hutchinson al mejor jugador defensivo del Draft 2022, un DL que tiene 7.5 sacks, 48 tackles y tres intercepciones. Será vital que la unidad pueda hacerle frente a Aaron Rodgers y compañía, que vienen envalentonados luego de ganar cuatro juegos consecutivos. Más condimentos no se le podrían haber pedido a este duelo para cerrar la temporada regular 2022.
Redactor y editor de la página web de No Huddle. Cubre la NFL desde 2021. Especialista en San Francisco 49ers.
Co-Founder de No Huddle. Miembro activo del fútbol americano nacional desde 1996. Conductor del programa de Football Nacional y redactor de la web.
Estudiante de Periodismo con orientación en Deportes. Cubre la NFL desde el 2020. Jugador de Football Americano y Flag Football desde el 2016. Miembro de Football de Primera, encargado de la cobertura de las distintas ligas del deporte en Argentina.