Los Angeles Rams, sin dudas, están atravesando una de las temporadas más complicadas desde que ganaron el Super Bowl, allá por en febrero del 2022. De ganar la gran final de la liga a pelear por conseguir un par de victorias. La NFL te da y te quita, y son las consecuencias de haber apostado todo a una temporada; sin embargo, afrontan este momento con ese trofeo de campeones. Se podría decir que es un ganar-ganar o al menos no es todo perdido.
La temporada 2023 no había empezado de la mejor manera para el conjunto de California, ya que a durante la offseason se habían quedado, al menos por cuatro partidos, sin su mejor jugador ofensivo, Cooper Kupp, los rams se encontraron con un Puka Nacua que estaba dispuesto a cubrir ese vacío y ser ese wide receiver diferencial que les hacía falta.
Con el correr de los partidos, el ex WR de BYU fue tomando protagonismo, cada vez con más targets, y produciendo números —cada vez mejores—; pero sobre todas las cosas lo que más impresionó era la conexión que había desarrollado con su QB, Matthew Stafford, quien en agosto pasado había señalado que no lograba conectar con los novatos, con los jóvenes.
Sin embargo, cuando parecía que los Rams encontraban una nueva dupla, una luz al final del tunel, Stafford sufrió un esguince en el ligamento colateral del pulgar derecho. Si bien aún no se sabe cuánto tiempo de recuperación le demandara al QB, lo importante será ver cómo hará Puka Nacua para seguir sobresaliendo sin su mariscal de campo. Un nuevo desafío para el rookie.
How did Puka catch this?! @AsapPuka
— NFL (@NFL) October 22, 2023
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En el football, todo equipo, como en todo deporte colectivo, necesita que cada integrante cumpla su rol específico para lograr el éxito fijado. Ante la ausencia de alguno de sus jugadores, tiene que aparecer otro que cumpla ese rol. Ese es el caso de Puka Nacua. El WR supo aparecer cuando el equipo más necesitaba de alguien que pudiera cubrir —aunque sea de forma temporal— la baja de Cooper Kupp.
Nadie discute el talento que ha mostrado hasta ahora el ex BYU. Sus números hablan por sí solos. En 8 juegos tiene 61 recepciones para 795 yardas y 2 TD, y aun con la vuelta de Kupp, no disminuyeron los targets para Nacua y siguió produciendo de la misma forma. Sin embargo, sus números están directamente conectados al QB que tiene.
Matthew Stafford está lanzando esta temporada, aproximadamente un promedio de 34 pases por partido, y para entender un poco como el rendimiento de Nacua está relacionado con el QB que tiene, de los 278 pases que ha intentado Stafford en esta temporada, 89 fueron para Puka Nauca. Sin embargo, un dato más sobresaliente es que de los 166 pases completos de Stafford, 61 terminaron en las manos del WR, ex BYU.
Con estos números, podemos observar lo crucial que ha sido el QB de 35 años en el rendimiento del rookie. Puka ha logrado ser un receptor versátil con la capacidad de hacer jugadas importantes, pero la química entre un receptor y su mariscal de campo son una pieza fundamental para que las actuaciones den dividendos.
Sin Stafford en el campo, Puka Nacua podría enfrentar desafíos significativos para mantener el mismo nivel de producción. Quien ocupe el lugar del QB tendrá que generar esa química con sus ofensivos, se tendrá que adaptar a ese sistema, porque no es lo mismo una práctica que un partido por los puntos. Y ahí es donde entra Nacua.
El receptor está ante la difícil tarea de seguir siendo productor y tiene el desafío de seguir dándole, al QB que le toque jugar, opciones de pase, y si nos guiamos por lo que hemos visto hasta ahora, Nacua tiene la habilidad y versatilidad necesarias para mantenerse como una pieza relevante en la ofensiva de los Rams. La incertidumbre es grande, el desafío aún más, pero nada está dicho hasta que suene el silbato.
Sigue la NFL desde 2015. Redactor y analista de No Huddle desde 2023. Cubre NFL y College Football.
