Apenas pasó un mes desde que se jugó el Super Bowl 2023, pero en la NFL la actividad no frena ni siquiera en la offseason. Tal es así que ya tenemos el primer gran trade del año: según múltiples reportes, Chicago Bears ha traspasado el pick #1 del NFL Draft 2023 a Carolina Panthers a cambio del WR DJ Moore, los picks #9 y #61 del próximo draft, un pick de primera ronda del Draft 2024 y una segunda ronda del Draft 2025.
Será entonces la primera vez que la franquicia de la NFC Sur elija en la primera posición desde que lo hicieran en 2011 para seleccionar nada menos que a Cam Newton. ¿La última vez que la primera selección había sido intercambiada? En 2016, cuando Los Angeles Rams la adquirió de Tennessee Titans para quedarse con Jared Goff. Titans terminaría eligiendo a Derrick Henry en la segunda ronda de ese año.
Se sabía que el pick #1 de este año iba a tener varios pretendientes, y que no sería barato. Y es que, a diferencia del año pasado, la clase de mariscales parece bastante fuerte, pero a la vez era muy probable que Bears siguiera confiando en Justin Fields a futuro. Por ende, con la posibilidad de conseguir un buen jugador que cubra alguna posición de necesidad aún con una selección un poco más baja, era sabido que iban a escuchar ofertas. Pues bien, la novela se resolvió con todavía más de un mes para el NFL Draft 2023.
Major draft shakeup 🚨 🚨 🚨
— Ian Rapoport (@RapSheet) March 10, 2023
Sources say the #Bears are trading the No. 1 overall pick to the #Panthers in exchange for big-time compensation including multiple 1st rounders. Chicago loads up and lands at No. 9, while Carolina can draft its QB of the future. pic.twitter.com/DNvYMStoxd
La pregunta que todo fanático de la NFL se hace después de un traspaso de este calibre. Bueno, hay varios puntos a analizar y la realidad nunca se termina de conocer hasta que pasa el tiempo, pero a priori parece un win-win. Ambos equipos suplen distintas necesidades y se mueven fuerte para evitar caer en la mediocridad, peligroso status en una liga en la que llegar alto cuesta y mucho.
Empecemos por Chicago Bears, franquicia a la cual quizás sea más fácil señalarla como favorecida de este trade. Como se dijo más arriba, no "necesitaban" el primer pick, pero no por eso lo vendieron a cualquier precio. Elegirán novenos, lo cual les permitirá ir a por algún jugador que tranquilamente pueda ser el mejor disponible en el board y que a la vez juegue en una posición de necesidad para el equipo (por ejemplo, OT). Además, se suman selecciones de drafts futuros que bien pueden servir para continuar con el armado de un equipo al que aún le falta para ser competitivo, pero que está en una conferencia que parece ser más accesible que hasta hace unos pocos años. Y no nos olvidemos de DJ Moore, tranquilamente un WR1 que en cinco temporadas con Panthers totalizó 364 recepciones para 5201 yardas y 21 touchdowns. Se suma a un cuerpo de receptores que poco a poco parece ir ganando fuerza, integrado también por Chase Claypool, Darnell Mooney y Equanimeous St. Brown.
Carolina Panthers, por su parte, da el necesario golpe sobre la mesa para comenzar con la reconstrucción. Al mando de su nuevo head coach Frank Reich, la franquicia toma riesgos y se queda con la codiciada primera selección. La dirección parece obvia: tras años sin encontrar la solución, irán a por su mariscal franquicia en una clase repleta de talento. ¿Quién terminará por ser el QB1? no está muy claro, aunque todo indica que sería uno entre C.J. Stroud, Bryce Young y Anthony Richardson. Si dieron mucho a cambio por esta oportunidad esta por verse, pero un movimiento así era casi obligatorio y en ese sentido se puede concluir que la franquicia hizo los deberes.
Redactor y editor de la página web de No Huddle. Cubre la NFL desde 2021. Especialista en San Francisco 49ers.
