Por segundo año consecutivo, los Texans se quedaron sin participar en el primer día del Draft, debido al trade realizado con Miami previo al Draft 2020. Houston es un equipo con muchísimos problemas extradeportivos y con necesidades evidentes, que intentaron ser atenudas en la offseason pero que no parece alcanzar así como están las cosas en este momento. La prioridad pasa por saber qué pasará con el futuro de su mariscal, pero para eso necesitará tener un plan B.
A la espera de lo que pudiera suceder con Deshaun Watson, y con la llegada de Tyrod Taylor y Ryan Finley, parece que Houston no tiene demasiado en claro su situación en el puesto de quarterback. Por eso mismo, su primera selección no debería resultar una sorpresa. Podrá causar estupor que haya llegado inmediatamente después de jugadores como Kyle Trask y Kellen Mond, pero eso a los Texans no debería importarles.
Mills es un jugador que tuvo que lidiar con lesiones y un playbook un poco conservador durante su carrera universitaria, pero es capaz de desarrollarse al punto de convertirse en un redituable quarterback titular. Tiene un buen brazo para pases medios y largos, además de una buena capacidad de escalar en el bolsillo de protección.
Ver esta publicación en Instagram
Sea quien sea que vaya a ser el próximo quarterback, necesitará armas para adornar la ofensiva. Ahí es donde toma sentido Nico Collins, que podrá desarrollarse rodeado de buenos receptores como Randall Cobb o Brandin Cooks, que incluso tienen un juego parecido al de Collins.
Su estilo es de un clásico velocista. La única incógnita puede pasar por su producción, ya que durante su estadía en Michigan no estuvo favorecido ni por el sistema ni por los jugadores con los que contaba a su alrededor.
Los Texans continúan agregando armas a su ofensiva, en este caso en la posición de ala cerrada, donde no tienen demasiada profundidad. Jordan es un buen receptor vertical y no tiene problemas en involucrarse en el bloqueo, a pesar de que éste, no sea su fuerte.
Houston consigue a su primer jugador defensivo. Ex safety, Wallow tiene la capacidad atlética y los instintos necesarios para jugar como linebacker del lado débil, destacándose por ser efectivo a la hora de derribar a quienes portan el ovoide.
Los Texans siguen agregando profundidad a su defensa. Esta vez optan por un liniero con mucho a desarrollar, pero con buenas facetas para el nivel profesional: atleticismo, técnica y valor en downs de pase.
Graduado en Comunicación Social. Cubre la NFL desde 2017. Redactor de contenidos y community manager de No Huddle.