De largo aliento será el proceso que van a atravesar los Detroit Lions en los próximos años. El equipo coacheado por Dan Campbell sigue dilatando la tan ansiada reconstrucción y nada parece indicar que el reseteo se dé en el corto plazo. Tal vez sea por este mismo motivo que la apuesta principal del GM Brad Holmes sea endurecer la base actual, sin perder activos importantes, y convertir a los referentes en una suerte de tutores para los prospectos que se sumen este año.
En resumidas cuentas, ese fue el diagnóstico después de alcanzar el récord de 3-13-1 en la última temporada, una marca que, ciertamente, no sorprendió a nadie. Es más, hasta podría decirse que las tres victorias (Cardinals, Vikings y Packers) fueron demasiado premio para una franquicia que se mantiene en el fondo de la NFC Norte. Lo más destacable, a fin de cuentas, fueron los números del WR debutante Amon-Ra St. Brown: en una ofensiva anestesiada por el bajo poder de fuego de Jared Goff, el novato consiguió 90 recepciones, sumó 912 yardas y se anotó con 6 TDs, cifras que lo depositan como uno de los factores clave a seguir en este 2022.
Los Lions también cuentan con una línea ofensiva ya consolidada que no reviste mayores inconvenientes, en la que brillan elementos como el OT Penei Sewell (más los siempre rendidores Frank Ragnow y Taylor Decker). El cuadro en ataque se completa con otros jugadores que sostuvieron su titularidad con un buen cierre de campaña, como Halapoulivaati Vaitai (RG) y Jonah Jackson (LG). Y si a eso le agregamos dos armas letales como D´Andre Swift (RB) por tierra y T.J. Hockenson (TE) por aire, el panorama no es tan desalentador. Así las cosas, la prioridad está centrada en mejorar en calidad (y cantidad) a una defensa que padeció mucho a las ofensivas rivales, a sabiendas de que los Safeties Tracy Walker y Dean Marlowe y el OLB Charles Harris serán parte de esta agencia libre.
Detroit hoy cuenta con un espacio salarial que está por encima de los 19 millones. No será demasiado, pero la cifra tampoco es algo para despreciar para Holmes, que deberá afinar el lápiz y tener cintura a la hora de las negociaciones. Según palabras del propio GM, la intención es apuntalar al núcleo duro y granítico que fue armando durante su estadía y buscar valores similares en la agencia libre y el próximo Draft. En este contexto, el desmedido entusiasmo por el Senior Bowl, una instancia que la franquicia tomó como plataforma para la selección de talentos que pueden engrosar el roster, fue una clara demostración de hacia dónde apunta la gerencia en esta offseason.
Frente a este escenario, la primera opción suena más a obligación que a necesidad: descartar a los DEs que más sobresalen en este Draft, como Aidan Hutchinson (Michigan) y Kayvon Thibodeaux (Oregon), sería una picardía para los Lions, sobre todo si la premisa es fortalecer las bases. Además, la incorporación de un playmaker capaz de subir las estadísticas en capturas (fueron el tercer peor equipo durante la pasada temporada en ese apartado, junto a Philadelphia y Atlanta, respectivamente), elevaría las acciones de Detroit en la previa.
En el caso de Hutchinson -más allá del deseo del jugador de estar cerca de su familia- las estadísticas hablan por sí solas: 64 tackles, 14 capturas y segundo lugar en la votación del Heisman Trophy. Thibodeaux, por su parte, sorprendió por su atleticismo y su estilo (algunos incluso se atrevieron a compararlo con Khalil Mack), pero las dudas pasan por la lesión que sufrió en el tobillo durante el 2021 y esto dejaría en stand-by su llegada a Motor City.
Otra de las claves para los Lions está en la búsqueda de material para solucionar los problemas en la secundaria, agravados con la incorporación de Tracy Walker y Dean Marlowe a la lista de agentes libres. En este aspecto, la renovación sería al 100% y a pasos agigantados con la llegada de Marcus Williams (Saints), quien ya conoce de antemano el estilo del coordinador defensivo de la franquicia, Aaron Glenn.
This is a reason why the #Lions need to drop bag in Marcus Williams lap. His range and play recognition to see plays develop is why he’s highly sought after. #detroitlions #marcuswilliams #NFLFreeAgency pic.twitter.com/f9qgdBDTMb
— Brian Schwartz (@MrBrianSchwartz) February 23, 2022
Sin embargo, el costo de Williams (con un estimado que ronda entre los 10 y 13.5 millones de dólares por año) representaría un verdadero obstáculo para las aspiraciones de Holmes. Ni hablar de otros agentes de mayor valía como Tyrann Mathieu (Chiefs), cuyo valor asoma, a priori, inalcanzable para Detroit. Y en esta posición, tampoco hay que descartar la posibilidad de que la solución esté entre los Safeties de Notre Dame, Kyle Hamilton, y de Michigan, Daxton Hill, dos prospectos que podrían encajar fácilmente en la estructura que imagina Campbell a futuro.
En paralelo, reforzar el equipo de receptores para completar un menú soñado -con St. Brown a la cabeza- aparece como la tercera de las prioridades para Detroit, que también analiza de cerca los casos de Josh Reynolds, Kalif Raymond y KhaDarel Hodge, ya alistados en la agencia libre.
Descartados Chris Goodwin (Tampa Bay) y Davante Adams (Packers) tras haber acordado con sus respectivos equipos, las alternativas más resonantes llegan, otra vez, desde el Draft: una de las opciones es Drake London (USC), quien ya compartió equipo con St. Brown en los Trojans. Pero la tentación pareciera ser el WR de Penn State, Jahan Dotson, quien puso su firma en 91 recepciones y 12 touchdowns y ya sonó como complemento ideal para Brandin Cooks en los Texans.
Finalmente, otra de las dudas de cara a la próxima temporada es qué hacer con la posición de QB y con un Jared Goff que todavía no brinda ningún tipo de seguridad, pero podría oficiar de mentor para un mariscal de sangre joven. Entrando en terreno de lo subjetivo, el abanico es amplísimo y lo componen Sam Howell (North Carolina), Kenny Pickett (Pittsburgh), Malik Willis (Liberty), Matt Corral (Ole Miss) y Bailey Zappe (Western Kentucky) en ese orden, si es que todavía están a disposición como elegibles.
Mientras tanto, y en lo que respecta a la agencia libre, se sabe que no hay demasiadas ofertas tentadoras para el rol de QB. Pero no sería una sorpresa si los Lions se hacen de los servicios de Marcus Mariota para competir mano a mano con el ex quarterback de Rams. Así, en el hipotético caso de que el ganador del Heisman Trophy en el 2014 llegue a Detroit, ocuparía el lugar de Tim Boyle, que -con 27 años y sin grandes actuaciones cuando le tocó reemplazar a Goff- también está en el mercado.
Periodista y CM en prensa gráfica y radio. Cubre la NFL en No Huddle desde el 2021 y es parte de los equipos de redacción y Redes Sociales.