Dejamos atrás la primera semana de bowls y, como mencionamos en la anterior nota, a pesar de que no tengamos la cantidad de partidos que hubiéramos esperado en un año normal y sin COVID, lo que nos han dejado fue muy interesante.
Ahora llega el momento de los bowls de fin de año, los eventos más esperados y aquellos que toda universidad espera poder disputar cuando inicia la temporada. En esta oportunidad hablaremos de los que se van a jugar entre el jueves 31 de diciembre y el sábado 2 de enero. Vale también recordar que tanto el Rose Bowl como el Sugar Bowl serán las semifinales del campeonato, por lo que el ganador de cada uno irá a la gran final que se jugará el lunes 11 de enero.
Una de las grandes rivalidades de la era moderna y que parece que todavía tiene capítulos por contar, ya que a pesar de encontrarse en conferencias distintas, ambas vienen llegando a los playoffs de forma constante y coincidiendo en las semifinales. El año pasado se enfrentaron en un duelo que resultó en victoria para Clemson por 29-23, con un final para el infarto. Los Buckeyes llegarán con sed de venganza y saben que pueden dar el golpe en la mesa llevándose este partido, ya que sería sacar a Clemson de su hegemonía, pero al mismo tiempo tendrán enfrente a unos Tigers que vienen de pasar por arriba al #4 de la nación, Notre Dame. La clave estará en el ataque de Ohio State, porque si no logra imponerse y ganarle la pulseada a Venables (coordinador defensivo de Clemson), podría ser una noche muy larga para los Buckeyes.
A pesar de que no llegamos a la cita con el hype que hubiésemos esperado, los últimos encuentros de cada uno nos muestran realidades totalmente distintas. Notre Dame se vio neutralizada ante un Clemson que nunca los dejó meterse en el partido, mientras que los de Nick Saban vienen de derrotar a Florida, quizás de manera ajustada pero dando una gran muestra de carácter. Los Fighting Irish saben que esta será una chance para no desaprovechar si quieren demostrar que son una universidad top 5 en todo el college, ya que derrotar a un Alabama invicto y en playoffs no es algo que suceda muy a menudo. La clave estará en cómo la defensiva de ND logre neutralizar el juego por tierra de Najee Harris y, a la vez, no permitir el ataque aéreo súper explosivo con el que cuenta el Crimson Tide. Además, va a ser muy importante la faceta de Ian Book que veamos.
Los Aggies estuvieron hasta último momento expectantes en la semana de las finales de conferencia, pero el resultado que necesitaban para ingresar a playoffs no se les terminó dando y finalmente se quedaron en la puerta. Mientras tanto, North Carolina sufrió tres derrotas a lo largo de la temporada pero el cierre de año fue muy positivo y, meritoriamente, les terminaron dando esta invitación a un partido tan importante como el Orange Bowl. Hay que tener en cuenta que los Tar Heels sufrirán muchas bajas en ataque, por lo que Sam Howell tendrá que hacer un trabajo extra para poder devolverle el nivel a esa unidad. De esta forma, la clave pasará por si la defensiva de North Carolina logrará frenar a Texas A&M, que tiene un juego por tierra muy productivo y un mariscal con el talento suficiente como para sacar adelante el desafío: Kellen Mond.
Uno de los bowls más esperados de este año, no solamente porque enfrentará a dos equipos Top 10 sino porque va a ser la oportunidad de los Bearcats para demostrar si están, o no, a la altura de competir contra universidades del Power Five (esto es, de las cinco grandes conferencias). Georgia llega con un ataque que finalmente parece haber carburado y una defensiva que, a pesar de que contará con bajas importantes, sigue siendo de las mejores de todo el college. Pinta para ser un duelo interesante de ver porque los niveles de las unidades de ambos están muy igualados y las diferencias en cuanto al rendimiento son mínimas. ¿El principal atractivo? Ver si un equipo del Group of Five, que no tienen grandes reclutamientos, puede vencer a un gigante.
Dos equipos de años muy distintos: Oregon tuvo una temporada regular bastante decepcionante pero le alcanzó para llegar a la final de la Pac-12 y ganarla, mientras que Iowa State fue el mejor de la Big 12 y finalizó primero con una buena diferencia respecto al resto, pero esto no lo pudo plasmar en la final y cayó derrotado frente a Oklahoma. El principal interrogante estará en el duelo entre la ofensiva de los Cyclones y la defensiva de los Ducks, ambas élites en lo suyo y que cuentan con una buena cantidad de jugadores que seguramente veremos salir en el NFL Draft, no solo en 2021 sino que también en años próximos.
Tre Walker, uno de lo mejores receptores de las conferencias del Group of Five, jugará este jueves 31 cuando su equipo enfrente en el Arizona Bowl a Ball State, vigente campeón de la MAC. El joven WR viene dando de qué hablar desde el año pasado, cuando logró superar las mil yardas de recepción. Si bien su producción en este 2020 que se termina no fue todo lo que podíamos esperar, ha dado muestras de que es un receptor que tiene el nivel y la capacidad para llegar y jugar en la NFL. Todavía no anunció si se va a presentar al Draft 2021, pero es una linda oportunidad para ver en acción a uno de los que se los va a tratar como sleeper en todo el proceso previo al Combine. El Arizona Bowl iniciará a las 16 de Argentina, 13 de México y 20 de España.
Especializado en Futbol americano colegial. Lo cubre desde 2019. Conductor de De Cara al Draft y participa en Redshirt Podcast. Redactor de la página web.