Aunque suene a paradoja, pareciera que finalmente está saliendo el sol en Miami. Después de perderse entre las penumbras, con temporadas que no van a quedar en la memoria de nadie, en Florida ahora están muy convencidos de ese proyecto a largo plazo que tiene nombre y apellido: Tua Tagovailoa. Y desde la gerencia ya están trabajando a contrarreloj en un escenario ideal para que este hijo pródigo de la Crimson Tide se luzca al 100% y brille con luz propia.
En este sentido, si bien todavía es temprano para sacar conclusiones sobre la gestión de Chris Grier como GM, la realidad muestra que los Dolphins fueron de menos a más bajo su gestión y la meta de la postemporada, esquiva desde hace tiempo, no parece un objetivo difícil de alcanzar. De hecho, las posibilidades de mejorar a futuro -con Tagovailoa como abanderado de esta recuperación- son concretas tras un 2020 bastante auspicioso.
Además de Grier (quien recién empezó a imponer su estilo agresivo en materia de gastos sobre el cierre del 2018, luego de haber sido empoderado por el propietario Stephen Ross), uno de los principales responsables de la resurrección fue el cerebro detrás de los jugadores, el HC Brian Flores, quien con un perfil bajo y la consigna “orden y progreso” como leitmotiv, ubicó las fichas en el tablero de buena manera.
Durante la pasada temporada, Miami se mostró como un equipo estable, serio, que quizás mereció mejor suerte en el saldo final. Flores, quien se ganó hace rato la confianza de Ross, sabe que ése es el camino y que el sillón de entrenador en jefe no arde tanto como antes. Por eso, ya se encuentra enfocado en dar un auténtico salto de calidad, sumando ciertos elementos en la agencia libre que se presentan como alternativas confiables para este nuevo esquema de control de daños.
Con el objetivo de reducir a cero el margen de error -y ya sin Ryan Fitzpatrick-, uno de los movimientos que más ruido hizo en las últimas semanas es la llegada del ex Colt Jacoby Brissett como backup de Tagovailoa, quien tendrá que hacerse cargo de la titularidad en su segundo año en la liga.
La incorporación de Brissett, dejando de lado los sentimientos encontrados por la fanaticada, se traduce como una situación win-win para todos: por un lado, la satisfacción del QB, que se reencuentra con su antiguo coach en New England (compartieron vestuario en aquella temporada 2016, cuando Flores era asistente defensivo en el gabinete de Bill Bellichick). Y por el otro, la tranquilidad del HC, que se asegura un recambio útil si las cosas no funcionan según lo planeado con Tagovailoa en la sala de control.
Por el momento, para la prensa especializada, la movida tiene mucho sentido común, sobre todo si tenemos en cuenta uno de los números más interesantes de quien fuera relevo de Philip Rivers en Indianápolis durante la última temporada: apenas 13 intercepciones a lo largo de sus 49 partidos jugados en la NFL garantizan esa seguridad que está buscando Flores en caso de que se quemen todos los papeles.
Aun así, no son pocas las interrogantes que se mantienen en estado latente: ¿Brissett será solo un backup de calidad para Tua o se convertirá en un competidor fuerte para el puesto? ¿Encarnará una versión 2.0 de FitzMagic en ese tutorial avanzado para QBs si Tagovailoa no termina de madurar? ¿Las lesiones le jugarán de nuevo una mala pasada? Habrá que esperar un poco más para encontrar las respuestas.
Otra de las novedades en la agencia libre fue el arribo del WR Will Fuller desde Houston, el touchdown-maker que aumentará sensiblemente la velocidad de la ofensiva Dolphin. Pero los frutos de esta adquisición no se verán hasta después del arranque de la temporada 2021, ya que deberá purgar la suspensión por violar las leyes de abuso de sustancias (PED) de la liga.
El exmiembro de los Texans podría convertirse en el juguete favorito de Tagovailoa, si es que el surgido en Alabama así lo desea, y también si repite lo hecho en la franquicia sureña: atrapó 53 pases para sumar un total de 879 yardas y anotó ocho TDs, marcando un nuevo récord en su carrera en la NFL.
Con todo, la gerencia de Miami está acomodando las piezas en el rompecabezas para dejar a Flores y a Tua muy a gusto, a expensas de los $147.2 millones dilapidados en marzo del año pasado. Ajustándose al exiguo presupuesto para este 2021, acordó con Fuller un razonable contrato de $10.625 millones por un año y, de acuerdo a overthecap.com ya gastó $38.637 millones en la agencia libre. Nada mal para una franquicia que, de a poco, busca recuperar el brillo de tiempos pasados.
Periodista y CM en prensa gráfica y radio. Cubre la NFL en No Huddle desde el 2021 y es parte de los equipos de redacción y Redes Sociales.