Top 5 histórico: Washington Football Team

3 de Julio de 2021
Sammy Baugh, un indiscutido que marcó tendencia / Foto: Darryl Norenberg (USA TODAY Sports)

Las franquicias de la NFL han tenido a lo largo de la historia gran cantidad de jugadores destacados de los pueden sentirse orgullosos, tanto por su rendimiento dentro del campo de juego como su liderazgo fuera de él. En No Huddle les traemos a aquellos que de gran manera han representado los colores de su equipo. Hoy, los cinco mejores de Washington Football Team en la historia.

Si hay algo que caracteriza a la institución de la ciudad capital es su legado, repleto de claroscuros. Nacidos bajo el sesgo racista de George Preston Marshall, los ex-Redskins tuvieron su momento de esplendor en la década de los 80´s y parte de los 90´s, de la mano de ese gran coach que resultó ser Joe Gibbs, una mentalidad ganadora que los llevó a los primerísimos primeros planos de la NFL. De hecho, muchos integrantes de ese elenco estelar son parte de esta selección, como Darrell Green, John Riggins o Art Monk.

Sin embargo, sería un ejercicio caprichoso reducir los momentos de gloria del Washington Football Team a su historia más reciente o, por lo menos, la más contemporánea: personalidades como las de Sammy Baugh (en el período que va de 1937 a 1952) o incluso la década del Red Roach, Sonny Jurgensen -quien por escaso margen quedó fuera del Top 5-, amplían ese espectro de grandes jugadores vestidos de rojo borgoña y dorado a lo largo de la línea de tiempo.  

Sammy Baugh, QB

Sammy Baugh, Slingin´ Sammy, fue uno de los tantos pioneros que revolucionaron el juego. Calificado como el primer big time passer durante la prehistoria de la NFL, marcó tendencia en la posición de quarterback con un estilo inédito para la época, alejándose de los tradicionales ataques por tierra para optar por la vía aérea con una notable facilidad.

En su inolvidable temporada de 1943, Baugh lideró los apartados en materia de pases (133 completos sobre 239 intentos), intercepciones (11 en total) y patadas de despeje (un promedio de 45.9 yardas), estadísticas que también confirman su rol como jugador polifuncional, un verdadero todoterreno más allá de sus virtudes como mariscal de campo. Además, durante las 16 temporadas en las que compitió para Washington, Baugh fue seis veces Pro Bowler, cuatro veces All-Pro y ganó dos campeonatos de la NFL (1937 y 1942).

Slingin´ Sammy, miembro del Hall Of Fame desde 1963, es una de esas estrellas que, a pesar de los años y las estadísticas monstruosas de los atletas de la actualidad, se mantienen inoxidables, con un brillo propio, en el firmamento de las leyendas.  

Darrell Green, CB

Un auténtico prodigio de la naturaleza que asombró hasta a sus propios compañeros por su enorme capacidad atlética en el tramo final de su carrera. Darrell Green fue uno de los cornerbacks más rápidos en la NFL, para algunos solo comparable en velocidad con otro histórico de la liga -y de los Dallas Cowboys-, Robert Lee Bullet Bob Hayes

Fueron en total 20 años en la NFL para garantizarse siete participaciones en el Pro Bowl, dos victorias en el Super Bowl (en 1987 y 1991) y una más que merecida invitación en 2008 a ser parte del grupo de leyendas que alberga el edificio de Canton

Green, quien jugó hasta los 42 años, fue el enemigo número 1 de grandísimos running backs como Tony Dorsett, que seguían sin entender cómo habían sido capturados en plena carrera. Algo tan inolvidable como su signature move, el touchdown ganador después de un despeje contra los Bears: un recorrido de 52 yardas -con el cartílago de las costillas hecho pedazos- para dar vuelta el marcador y avanzar a los playoffs. Esa jugada, a fin de cuentas, le aseguró la gloria para toda la eternidad

John Riggins, RB

Más que un tractor, un tanque: John Riggins, otra leyenda / Foto: Ronald C. Modra (Getty Images)

Tras un paso agridulce por los Jets, John Riggins sabía que si quería pisar fuerte en la NFL tenía que cambiar el rumbo de forma urgente y sacarse de encima la sombra de Joe Namath. Su personalidad avasallante llegaría entonces a Washington con buenos pergaminos, pero ahí también arrancó con el pie izquierdo. Incluso desde la organización pensaron en tradearlo -y con justa razón- después del tremendo desplante a Joe Gibbs, que viajó hasta Kansas para convencerlo del nuevo proyecto.  

Sin embargo, el destino jugó sus cartas y el resto es historia: Riggo, The Diesel, o como quieran llamarlo, comandó la ofensiva del equipo en su era dorada (sus 24 touchdowns por tierra en la temporada de 1983 son caviar puro) y fue protagonista de una de las jugadas más recordadas por los fanáticos: ese acarreo a pura potencia, superando el tackle de Don McNeal como si fuera una topadora, para sentenciar la victoria en el Super Bowl XVII.

La cuenta final de John Riggs dejó como saldo un total de 79 touchdowns y 7.472 yardas en acarreos (récord absoluto en Washington), pero también un sello personalísimo, basado en sus férreas convicciones, dentro y fuera de la cancha. Como ejemplo, basta con revisar el archivo, revivir la ceremonia de su inducción al Hall Of Fame en 1992 y leer en sus labios una frase maravillosa: “cuando llegué por primera vez, vi el juego a través de los ojos grandes y estrellados de un adolescente. Y en realidad esto no es así, amigos… esto es un negocio”.

Art Monk, WR

Si John Riggins fue el comandante de los ataques terrestres, el encargado de capitalizar todos los envíos por aire fue Art Monk, el WR por excelencia durante los años de oro de la institución: sus 888 recepciones en los 14 años que lo tuvieron como miembro estable de la franquicia lo consolidaron como líder indiscutido en el rubro, por encima de nombres de peso como los de Charley Taylor, Santana Moss o Ricky Sanders.

La grandeza de Monk también se explica a través del perfil bajo que cultivó en Washington, algo poco habitual en el universo de la NFL. Tal vez sea por esa misma razón que entrenadores rivales como Bill Parcells o compañeros de equipo como Joe Theismann, se rindieron ante el talento de un trabajador silencioso. En palabras del ex quarterback, “me sorprendería que existiera alguien que se esfuerza tanto como Art. Jugué con muchachos que tenían su talento y nivel, pero que no trabajaban tan duro, especialmente fuera de temporada”.   

Así, con esa actitud alejada de los grandes flashes, Monk culminó su carrera con tres participaciones en el Pro Bowl, tres anillos de Super Bowl y el ingreso al Hall of Fame de la liga en el 2008, entre otros logros. Y es al día de hoy que su regularidad, constancia y compromiso dejaron el listón lo suficientemente alto como para que las generaciones venideras, al menos, intenten emular su virtuosismo.   

 

Sean Taylor, DB

Sean Taylor se ganó el respeto de la fanaticada / Foto: Rob Tringali (SportsChrome / Getty Images)

Justamente, cuando se habla de las generaciones posteriores a los míticos Hogs es imposible no pensar en Sean Taylor, una luminaria destinada al éxito y cuya vida terminó de forma abrupta tras su asesinato, el 27 de noviembre del 2007.  

Apenas cuatro temporadas alcanzaron para certificar que lo de este safety era cosa seria: surgido de la Universidad de Miami, fue la quinta elección de Washington en el Draft del 2004 y pronto empezó a generar buenos dividendos desde el costado defensivo. Amado por los fanáticos, finalizó su carrera en los ex-Redskins con cifras asombrosas, como sus 305 tackles (243 en solitario y 62 con asistencia), 12 intercepciones, ocho fumbles forzados y un touchdown en solo 55 partidos disputados. Una locura por donde se lo mire.

La profunda admiración por Taylor creció incluso en los años posteriores a su desaparición física, cuando propios y extraños señalaron que se trataba de un jugador “distinto”: para D.J. Swearinger, uno de sus herederos en la posición, “era el GOAT y la fuerza dominante que demostraba en la cancha sigue sin poder igualarse”. Son declaraciones del año 2007 que ningún hincha pondría en discusión, aún la actualidad.

Menciones honoríficas: Sonny Jurgensen (QB), Joe Theismann (QB), Joe Jacoby (OT), Chris Hanburger (LB) y Charley Taylor (WR).


Augusto Dallachiesa

Augusto Dallachiesa

Periodista y CM en prensa gráfica y radio. Cubre la NFL en No Huddle desde el 2021 y es parte de los equipos de redacción y Redes Sociales.