Aaron Rodgers y su futuro con Green Bay Packers

31 de Enero de 2022
Tras la prematura eliminación de los Packers de los playoffs, Aaron Rodgers deberá elegir si permanece en Green Bay o si busca aires nuevos tras permanecer 17 temporadas con la franquicia. / Foto: Stacey Revere - Getty Images

Todo parecía indicar que esta sería (por fin) la temporada en la que los Packers podrían llegar lejos y ganar el Super Bowl. Aaron Rodgers, actual MVP reinante y principal candidato a repetir el premio en unos pocos días, estaba en un nivel superlativo, al igual que la defensa, el equipo recuperaba a varias piezas clave (como David Bakhtiari, Jaire Alexander y Za'Darius Smith) y el equipo tenía además una semana de descanso y la localía asegurada en el Lambeau Field.

No obstante, la temporada de Green Bay terminaría en fracaso con una decepcionante derrota por 13-10 sobre San Francisco, el sexto sembrado, en la ronda divisional. Todas las miradas se posaron sobre la paupérrima actuación de los equipos especiales, a quienes les bloquearon un intento de gol de campo al cierre de la primera mitad, permitieron un regreso de 45 yardas de Deebo Samuel en la primera jugada de la segunda mitad (que luego San Francisco convertiría en puntos con un gol de campo de Gould) y luego permitirían un touchdown crucial para los Niners a mitad del último cuarto para darles el empate.

Lo cierto es que la temprana salida de Green Bay de la postemporada vuelve a centrar todas las miradas en Rodgers, quien termina de esta manera una temporada llena de controversias, marcada por las disputas con la gerencia del equipo, liderada por Brian Gutekunst, sus declaraciones de que deseaba irse de la franquicia y el escándalo generado cuando se descubrió que el mariscal, forzado a perderse tiempo de juego por haber dado positivo de coronavirus, no había recibido vacuna alguna (pese a decir que se encontraba inmunizado), sino que había recibido tratamientos homeopáticos, tras lo cual finalmente fue sancionado por la liga, al haber incumplido con los protocolos establecidos.

Las opciones de Rodgers

Davante Adams, el principal receptor de Rodgers. El futuro del mariscal con los Packers se encuentra atado a lo que el equipo decida hacer con Adams, quien podría convertirse en agente libre en esta offseason. / Foto: Dan Powers - Appleton Post-Crescent - USA TODAY Network

Así las cosas, se viene un importante tiempo de decisiones. Rodgers tiene una cláusula en su contrato que le permite ser agente libre después de 2022 (aunque el jugador ya anunció que no ejercería dicha opción), y hay muchísima especulación en los medios respecto a qué camino tomará el laureado mariscal.

Rodgers ya dejó en claro una cosa: la decisión a la que llegue será rápida. En el podcast de Pat McAfee (en donde el mariscal ya había hecho sus primeras declaraciones públicas sobre la polémica de su vacunación), Rodgers indicó que elegirá su camino casi de manera simultanea respecto de lo que el equipo decida hacer con Davante Adams, a quien se le acaba el contrato al final de esta temporada: "Quiero ser respetuoso con la franquicia. Una decisión que está por venir será obviamente la de Davante y su futuro con el equipo. Aún está esta cosa llamada etiqueta de franquicia, y no creo que el "17" la quiera... Creo que debería haber suficiente tiempo para tomar una decisión para entonces. No quiero atarme a alguna fecha en particular, pero quiero ser considerado con Davante y con muchos otros que tienen que tomar decisiones sobre su propio futuro. Demorar esto más allá de la agencia libre sería una falta de respeto para la franquicia y para ellos, y eso no sucederá en un ciento por ciento".

Rodgers tiene tres caminos posibles: quedarse en Green Bay, pedir un intercambio a otra franquicia o retirarse. Respecto a lo primero, el head coach Mike LaFleur ha expresado que desea que el mariscal se quede en el equipo y se retire como un Packer. Asimismo, las declaraciones de Rodgers en el programa de McAfee parecen sugerir que su relación con Brian Gutekunst habría mejorado significativamente. Por último, la salida del coordinador ofensivo Nathaniel Hackett, quien acaba de ser contratado como HC de Denver, podría darle a la gerencia una oportunidad de congraciarse con su mejor jugador y nombrar a alguien de su agrado para la posición.

Si Rodgers eventualmente cambiara de aires, eso le abriría las puertas a un número considerable de franquicias, deseosas de hacerse con los servicios de un jugador de su calibre, y que seguramente llamarán a Gutekunst para sondear el precio que decidan ponerle a su mariscal franquicia. Sin embargo, Rodgers ha dejado claro que sigue manteniendo una actitud ultracompetitiva y que no jugará para un equipo que esté en reconstrucción, lo que reduciría el número de candidatos. Y ya que hablamos de ellos, todos los rumores iniciales apuntan a que Denver sería el principal contendiente. La mencionada llegada de Hackett es un factor, aunque ciertamente no es el único: los Broncos tienen un núcleo joven de jugadores interesantes tanto en ataque como en defensa, y una situación endeble en la posición de mariscal (Teddy Bridgewater será agente libre en la offseason, mientras que Drew Lock ha demostrado no ser un jugador totalmente confiable) que Rodgers podría corregir de manera inmediata.

Por último, si este fuera el final y Rodgers decidiera colgar los botines, lo hará de manera definitiva. No habrá año sabático. De esta forma dejaría atrás una carrera de 17 temporadas, 14 de ellas al mando de la ofensiva de una de las franquicias más exitosas de la liga. Su palmarés muestra que es justamente considerado como uno de los mejores mariscales de esta era y de toda la historia, un digno sucesor de los icónicos Bart Starr y Brett Favre. Quizás su única mancha sea el no haber podido lograr ganar más de un anillo de Super Bowl, aunque ese juicio queda reservado a criterio de cada uno.

Sea cual sea la conclusión a la que llegue Rodgers, a nosotros solo nos queda esperar el desenlace final.


Nicolás Pérez

Nicolás Pérez

Desde hace algunos años me podés encontrar en NFL Argentina en Twitter comentando partidos, y ahora me sumo a No Huddle para aportar mi granito de arena y ayudar a convertirlo en el medio líder en el deporte. Me volví aficionado al fútbol americano por casualidad, cuando me topé con el Super Bowl XLVI mientras hacía zapping una noche de verano. Tras aquel partido, comencé a seguir a los Patriots, a quienes les tuve simpatía porque perdieron en esa oportunidad. Pensé que era una buena opción, hasta que poco después me enteré que eran los más ganadores del momento... terminó siendo una gran decisión.