Justin Jefferson se ha convertido en uno de los wide receivers de mayor renombre desde su llegada a la NFL en el Draft 2020, donde fue elegido por los Minnesota Vikings. Tras cuatro temporadas siendo el receptor número uno del equipo, Jefferson afronta su último año de contrato, y las dudas sobre su futuro aumentan con el pasar de los meses tras no haber logrado aún una extensión de contrato que lo mantenga en Minnesota en los próximos años.
Seleccionado con el pick número 22 en el 2020, Jefferson tomó rápidamente protagonismo en la liga, finalizando como el cuarto receptor con mayor cantidad de yardas aéreas en su año de rookie con 1.400 y saliendo segundo en las votaciones por el novato ofensivo del año, justo por detrás de Justin Herbert, QB de Los Angeles Chargers. Además, el WR de los Vikings recibiría su primera invitación al Pro Bowl.
Sus números seguirían incrementando año a año, y junto a sus estadísticas también aumentaban las victorias del equipo, que en 2022 logró finalizar la temporada con récord positivo de 13-4 que les valió a su vez para quedarse con el título divisional tras cinco años. En aquella campaña, Jefferson logró 1.809 yardas aéreas, liderando la estadística en toda la liga y obteniendo por primera vez en su carrera el galardón a jugador ofensivo del año. Tras esta excepcional temporada, el receptor esperaba seguir con el nivel en 2023 para recibir una oferta de contrato más que interesante. Sin embargo, una lesión le permitió jugar apenas 10 partidos y desde ese entonces las negociaciones han dado mucho que hablar.
WELCOME BACK JUSTIN JEFFERSON.
— NFL (@NFL) December 24, 2023
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Se ha dicho en las últimas semanas que Jefferson está entusiasmado con la situación de tener un nuevo QB en Minnesota tras la partida de Kirk Cousins a los Atlanta Falcons, además de los reportes que afirman que los Vikings no tienen intención de tradear a su receptor estrella. Kwesi Adofo-Mensah, gerente general del equipo, ha declarado que ven a Jefferson como un WR de élite y que no tienen problema en pagarle como tal si él así lo desea.
El problema de la no extensión del contrato sería su estructura y la plata no garantizada más que el salario en sí. Al parecer, lo que Jefferson estaría buscando es recibir dinero garantizado más allá del primer año del contrato, algo que va en contra de las políticas de la franquicia que a la hora de firmar jugadores no-QB solo garantizan en su totalidad el primer año del acuerdo. Este sería el principal problema por el cual no se ha llegado aún al trato final.
The #Vikings think Justin Jefferson is "very excited" about what's possible with a new QB, per HC Kevin O'Connell via @alec_lewis https://t.co/OZgusm6xtu pic.twitter.com/FfRlRiALE3
— Dov Kleiman (@NFL_DovKleiman) March 26, 2024
Según Adam Schefter de ESPN, durante la última offseason Jefferson rechazó un contrato de $30 millones de dólares por año, por lo que se espera que el contrato ideal para el receptor de los Vikings sea mayor a esa cifra, lo que lo pondría como el WR mejor pago de la liga, superando el salario de Tyreek Hill de los Miami Dolphins. Se estima que el número final, que tanto Jefferson como Minnesota estarían de acuerdo, sea de $175 millones de dólares por cinco años, es decir, $35 millones por año. Esto siempre y cuando la plata del contrato esté garantizada a lo largo del mismo, que es la mayor preocupación del jugador.
Justin Jefferson comenzará en 2024 su quinto año en Minnesota, y su último bajo el contrato actual, por lo que se espera que las negociaciones terminen de definirse durante la pretemporada, de tal forma que los Vikings se aseguren a Jefferson por un buen tiempo y que el receptor obtenga el dinero que busca. Si estas condiciones no llegan a darse, entonces tendremos una novela muy interesante la próxima temporada, aunque de momento ambas partes tienden a no separarse.
Fiel seguidor de la NFL desde su entrada al fútbol americano con el Super Bowl LI. Desde 2022 cubre la liga como redactor.