Desde el inicio de la temporada 2023 se habló de la cantidad de receptores de gran calidad que se declararían para el Draft 2024, esta clase se vio encabezada por Marvin Harrison Jr., el hijo de Marvin Harrison Sr., legendario receptor de Indianapolis Colts.
El equipo que lo elegiría sería los Arizona Cardinals, quienes lo seleccionaron con la 4.ª selección global, convirtiéndolo en el primer no QB en oír su nombre ser llamado en el Draft. Muchos lo vieron venir, un mes antes del Draft, reportado aquí en No Huddle, su antiguo compañero en Ohio State, Paris Johnson Jr. el actual T (Tackle) titular de los Cardinals dijo públicamente que MHJ quería ir a Phoenix.
Los Cardinals necesitaban cubrir las salidas de Marquise Brown y Rondale Moore con un nuevo receptor que se sume a la ofensiva encabezada por Kyler Murray, Trey McBride y Michael Wilson. Y qué mejor forma que sumando a un joven que no sólo ha sido etiquetado como generacional, algo que en Arizona no se disfrutaba desde las salidas de Larry Fitzgerald y, posteriormente, DeAndre Hopkins.
Three Cardinals first rounders and a current Pro Football Hall of Famer: Paris Johnson, Kyler Murray, Marvin Harrison, Sr & Marvin Harrison, Jr. pic.twitter.com/E2twfinEiF
— Mark Dalton (@CardsMarkD) April 26, 2024
Nacido en Philadelphia el 11 de agosto de 2002, Harrison era un prospecto de 4 estrellas cuando salía del secundario. A la hora de elegir universidad, MHJ se inclinó por la oferta de Ohio State por sobre otras como Florida, Michigan, LSU, Notre Dame y, la universidad a la que fue su padre, Syracuse.
Durante su tiempo en Columbus, Harrison acumuló 2.356 yardas en sus dos temporadas como titular, sumadas a 28 TDs en un total de 144 recepciones con QBs como CJ Stroud y Kyle McCord (ahora transferido a Syracuse), convirtiéndose en el receptor más codiciado de esta tanda de novatos. Lo único "negativo" en él es que, con el balón en la mano, su capacidad para escapar de rivales no es tan buena.
Sin embargo, MHJ sería, sin dudas, un WR1 en varios equipos de la NFL sin haber participado de una sola jugada como profesional. Su proeza para correr rutas, pivotear y generar espacio son de primer nivel, y aterrorizaron a las defensivas rivales durante dos años, de los cuales Harrison jamás se perdió un partido por lesión.