Dinastías de la NFL: 1990's Dallas Cowboys

1 de Agosto de 2024
Troy Aikman llegó para liderar la reconstrucción para Cowboys (AP Photos)

Dallas Cowboys es sinónimo de dólares, alto rating, recaudaciones impresionantes y de números impensados. Pero no esto no siempre fue así. Gran parte de este presente se debe a una exitosa década de los 70, años en los cuales la institución texana consiguió sus primero dos trofeos Lombardi, y una aún más prolifera década de los 90.

Luego de una importante sequía deportiva y económica en los años 80, en 1989 llegaría a Dallas un hombre que marcaría la historia de Cowboys y rejuvenecería al equipo de América; el magnate petrolero de Arkansas, Jerry Jones. Este empresario nacido en Los Ángeles se propuso lavarle completamente la cara a un equipo que había perdido el rumbo.

El resultado fue más que provechoso para Dallas: coronó con tres Super Bowls una de las eras más exitosas de su historia; y al mismo tiempo protagonizó una de las rivalidades más encarnizadas de la liga. Repasemos juntos entonces, la historia de Dallas Cowboys y su dominio en los años 90.

The Triplets: El trío conformado por Aikman (8), Smith (22) e Irvin (88) dominó los 90 (Foto: John DeLuca)

La refundación

El 28 de enero de 1989, los San Francisco 49ers de Joe Montana y Jerry Rice destrozaban a Denver en el Super Bowl XXIV. Esa misma temporada, en Dallas fue otra la suerte: récord de 3-13 y afuera de playoffs. El 25 de febrero de ese mismo año, un multimillonario oriundo de California llamado Jerry Jones adquirió a los Dallas Cowboys por US$140 millones. Así, terminaba la pésima administración de H.R. "Bum" Bright, que había cosechado temporadas con más derrotas que victorias desde su llegada en 1984.

Con el arribo del nuevo dueño, también se terminó con lo que hasta ese momento era toda una institución en la franquicia: Tom Landry, único en ocupar el puesto de head coach del equipo desde que se fundó la franquicia en 1960 y que cosechó dos Super Bowls en los 70 fue relevado de su cargo. Su reemplazante fue Jimmy Johnson, entrenador de los Miami Hurricanes de ese momento y ex compañero de Jones de sus tiempos en la Universidad de Arkansas.

Tras aquella desastrosa temporada del equipo texano, el pick número 1 del draft era una de las pocas certezas de cara al futuro. La franquicia optó por Troy Aikman, un prolífico mariscal de campo californiano procedente de los Bruins de UCLA. Con él, el objetivo y deseo de una reconstrucción exitosa estaba claro.

El cambio de década: Una cuestión de Fe

Toda esta revolución sucitada en los pasillos del por entonces llamado Texas Stadium tenía un solo objetivo final: disputarle el cetro de mejor equipo de la NFL a San Francisco. Sin embargo, la temporada de 1989 terminó con un desastroso récord de 1-15, incluyendo tres partidos en los que el equipo no anotó puntos. A mitad de esa temporada también se produjo uno de los trades más grandes de la historia: el 12 de octubre de ese año los Dallas Cowboys intercambiaban a Herschel Walker, líder ofensivo de ese equipo hasta entonces (en 1987 lideró al equipo tanto en yardas terrestres como aéreas) con los Minnesota Vikings a cambio de un paquete que incluía cuatro jugadores y ocho picks de draft, incluyendo una primera y una segunda ronda en 1990.

De ese Draft de 1990 emergió la figura de otra leyenda de la franquicia: con el pick 17 los Dallas Cowboys seleccionaron a Emmitt Smith, uno de los mejores corredores de la historia de la Universidad de Florida. De esta manera, el tándem conocido como "The Triplets" terminaba de formarse: Smith, Aikman y un ya experimentado Michael Irvin coincidieron por primera vez en el football profesional. Sin embargo, los resultados deportivos siguieron siendo mediocres: marca de siete victorias y nueve derrotas, con un Aikman que terminó lesionado y siendo reemplazado por Babe Laufenberg

En la temporada 1991, las cosas fueron un poco mejor. El récord de 11 victorias y 5 derrotas le permitió acceder a la postemporada, donde en la ronda divisional fue apabullado por los Detroit Lions por 38-6. El equipo dio un paso enorme ofensivamente hablando (siendo séptima en puntos y novena en yardas), pero la defensiva todavía tenía un rendimiento mediocre y fue la N°17 en la liga. Esa unidad todavía necesitaba mejorar y estar a la altura de lo que ofrecía la ofensiva.

Deion Sanders no quiso quedarse afuera de Dallas y aportó en sus conquistas (Getty Images)

1992-1993: Se concreta el cambio de mando

La solución a ese problema de la defensiva vendría de la exitosa Costa Oeste: Charles Haley llegaría a Dallas como agente libre tras una brillante tarea como ala defensiva en San Francisco, que en sus seis temporadas anteriores no registró menos de seis capturas en cada una de ellas y ganó un par de Super Bowls.

El impacto fue inmediato y los Cowboys se convirtieron en la mejor defensiva en yardas en 1992. Esa temporada, el equipo de la Estrella Solitaria tuvo un récord de 13-3 para acceder como campeón divisional a los playoffs. Tras derrotar a los Philadelphia Eagles en la Ronda Divisional, el campeonato de la Conferencia Nacional se ponía en juego frente a los San Francisco 49ers de Steve YoungEn un Candlestick Park anegado, los Cowboys se impusieron 30 a 20. Con el vestuario pletórico, Jimmy Johnson gritaba la famosa frase "How ´bout them Cowboys". Una apabullante victoria frente a otra de las dinastías de la época, los Buffalo Bills de Jim Kelly por 52 a 17 le dio al equipo del estado de Texas su tercer trofeo Vince Lombardi, primero con Jerry Jones

Esos reflectores que se habían posado sobre los nuevos campeones de la NFL no fueron impedimento para que repitieran la fómula del éxito al año siguiente. Tras un comienzo algo dubitativo con dos derrotas, Dallas alcanzó las 12 victorias y sólo sumó 4 derrotas en 1993. En los playoffs la fórmula fue similar a la del año anterior: tras vencer a los Green Bay Packersderrotaron nuevamente a San Francisco (esta vez en Texas) por 38-21 y se clasificaron para el Super Bowl nuevamente contra los Buffallo Bills.

Ese año en Atlanta, el equipo venció a los Bills por 30 a 13 y se quedó con la edición XXVIII del Super Bowl. Sin embargo, la relación entre Jerry Jones y Jimmy Johnson estaba muy deteriorada, y en marzo de 1994 el entrenador renunció a su cargo luego de que el dueño del equipo declarara que "con ese equipo, cualquier entrenador hubiera conducido a Dallas a ganar el Super Bowl".  De esta manera, y con la gloria como última memoria, se terminaba el ciclo del ex head coach de los Miami Hurricanes Jimmy Johnson.


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1994-1995: Aprovechando el envión

Jerry Jones se movió ágilmente: el nuevo entrenador del equipo sería Barry Switzer, que traía una vasta experiencia en el fútbol universitario (más precisamente en los Oklahoma Sooners) pero que no tenía experiencia a nivel profesional. La tónica ganadora no cambió y el equipo volvió a repetir el balance de 12-4 en 1994. En la final de conferencia, el clásico de la década fue reeditado por tercera vez consecutiva. Esta vez, Dallas sucumbió 38 a 28 en Candlestick Park ante San Francisco. 

Para la temporada de 1995, el mismo Deion Sanders llegó como agente libre a Dallas por un contrato de 35 millones de dólares. Así, Prime Time se unía a la constelación que eran los Dallas Cowboys habiendo incluso rechazado ofertas mayores de equipos como los Oakland Raiders.

Con varios otros contratos próximos a expirar, la presión por ganar era bastante grande y el equipo respondió muy bien a ella. En la temporada de 1995, los Cowboys repetieron el récord de los dos años anteriores y accedieron a jugar su tercer Super Bowl de la década. La victoria por 27 a 17 frente a los Pittsburgh Steelers (como en los viejos '70s) le permitió a Dallas obtener su quinto y último trofeo Vince Lombardi.


Lucas Comba

Lucas Comba

Seguidor del deporte de las tackleadas desde 1999, especialista en NFC. Redactor de No Huddle desde 2020.


Gonzalo Fabbri

Gonzalo Fabbri

Graduado en Comunicación Social. Cubre la NFL desde 2017. Redactor de contenidos y community manager de No Huddle.