Entramos en el mes de abril y se acerca una de las fechas clave en el calendario de la NFL: el draft. En No Huddle vamos a analizar las necesidades primarias que tendrían cada una de las franquicias de cara al jueves 29. En este caso, Baltimore Ravens.
Los Ravens tienen la tendencia de seleccionar al mejor jugador disponible cuando llega su turno en el draft, pero este año podría darse una excepción, ya que tienen algunas necesidades muy marcadas que no fueron del todo cubiertas en la agencia libre.
La última temporada terminó de manera agridulce, cayendo en ronda divisional ante los Bills por 17-3. Por más que no llegaban al encuentro como favoritos, la cara que mostró el equipo no fue la mejor y dejó sembradas varias dudas. En esta offseason firmaron a Sammy Watkins para mejorar el cuerpo de receptores, pero se necesita más.
Presionar al QB y no dejarlo jugar tranquilo sigue siendo el mayor pagaré que debe levantar la defensa de Ravens. 39 capturas en 2020 demuestran a las claras que esto debe ser corregido, sobre todo si contemplamos el hecho de que Matt Judon, el líder del equipo en este departamento, se marchó en la agencia libre.
Los candidatos no abundan, pero esto se debe a que la clase no es la más profunda en la posición. Jaelan Phillips, el defensivo de Miami, es el principal candidato, pero será difícil verlo disponible en el pick 27. Su compañero de universidad, Rousseau, y Oweh, son dos nombres más reales y que podrían darle a esta defensa lo que les viene faltando: presión y capturas.
Sabido es que Lamar Jackson será la cara de la franquicia por muchos años más. ¿Qué mejor que nutrirlo de armas para hacerle más fácil su trabajo? Desde su arribo a la NFL, nunca logró tener un cuerpo de receptores que esté a la altura de todo su talento. Independientemente de que dos años atrás haya quedado como uno de los líderes en pases de touchdown (36), casi todo fue mérito suyo y de la buena química que desarrolló con su ala cerrada Mark Andrews.
Rashod Bateman es uno de los mejores receptores de la clase, sobre todo por el talento para correr rutas, sumado a su tamaño. Kadarius Toney es un dual threat que podría darle una nueva dimensión al ya poderoso ataque terrestre de Ravens, pero que se destaca por sus habilidades como receptor.
Es sabido por todos los que seguimos este deporte que los partidos se ganan en las trincheras, por lo que tener una línea ofensiva fuerte te hace arrancar siempre un paso adelante de tu rival. Los tackles Orlando Brown y Ronnie Stanley son una fija en este ataque, pero el interior puede verse ayudado. Durante la agencia libre trajeron a Kevin Zeitler, proveniente de los Giants, quien va a ocupar el rol de guardia izquierdo, pero no basta sólo con eso.
Para la posición de guardia derecho, o de centro, hay algunos prospectos destacados. Landon Dickerson es el producto más interesante, pero a su vez el más arriesgado: cuatro lesiones que terminaron anticipadamente sus temporadas no son un dato para nada alentador, pero estando sano ha demostrado tener el talento suficiente para ser de los mejores en lo suyo. Kendrick Green, de Illinois, sería otra alternativa.
Estudiante de Periodismo con orientación en Deportes. Cubre la NFL desde el 2020. Jugador de Football Americano y Flag Football desde el 2016. Miembro de Football de Primera, encargado de la cobertura de las distintas ligas del deporte en Argentina.