Entramos en el mes de abril y se acerca una de las fechas clave en el calendario de la NFL: el draft. En No Huddle vamos a analizar las necesidades primarias que tendrán cada una de las franquicias de cara al jueves 29. En este caso, Chicago Bears.
Si bien los Bears vienen de ser un equipo de playoffs, están lejos de tener una plantilla capaz de competir por llegar a lo más alto. Luego de una agencia libre por debajo de las expectativas de muchos de sus aficionados, los de Chicago tienen varias posiciones que reforzar.
No sería una prioridad si hubiera llegado al equipo Russell Wilson, como se rumoreaba en un principio. Pero la franquicia terminó firmando a Andy Dalton, quien a juzgar por su nivel y contrato, no es la respuesta a futuro en la posición de mariscal. Después del fracaso de Trubisky, los Bears deberían seleccionar un nuevo QB para desarrollar. Eso sí, si quieren quedarse con alguno de los principales prospectos, deberían hacer un trade up para asegurarlo. Y, por el momento, no hay indicios de que eso vaya a suceder.
Chicago necesita mejorar su cuerpo de receptores abiertos, que presenta varias incógnitas de cara a lo que viene. Allen Robinson probablemente deje la franquicia en 2022 si no llega a un acuerdo de largo plazo, mientras que Anthony Miller podría ser traspasado luego de una temporada bastante irregular. Por fortuna para los Bears, la clase de 2021 está llena de wide receivers de calidad que pueden generar un impacto inmediato en el equipo. Si deciden usar su primer pick para quedarse con un receptor, jugadores como Kadarius Toney, Terrace Marshall Jr. o Rashod Bateman podrían estar disponibles en el board.
Por lesiones como la de James Daniels, y también por altibajos en el rendimiento de algunos jugadores, la línea ofensiva de Chicago es un apartado a abordar de cara al draft. Si encima agregamos que los contratos de Charles Leno y Germain Ifedi terminan después de esta temporada, el draft parece una buena oportunidad para reforzar el puesto de tackle ofensivo. En este sentido, la clase de 2021 también ofrece profundidad: los Bears podrían intentar conseguir con su pick de segunda ronda a un jugador de calidad como Liam Eichenberg, Walker Little o Dillon Radunz.
La salida de Kyle Fuller alivió un poco el espacio salarial de la franquicia, pero debilitó el puesto de esquinero. También liberaron al veterano Buster Skrine y firmaron a Desmond Trufant, pero por su lesión reciente hay dudas sobre si podrá mantenerse sano. Siendo la ofensiva una prioridad, no debería sorprendernos que el equipo busque reforzar este puesto en rondas más bajas.
Los Bears están en una situación difícil: sin tener una plantilla con aspiraciones de título, tampoco poseen picks altos que les faciliten llevarse a los jugadores más talentosos de la clase 2021. Sin embargo, si se mueven de manera inteligente, pueden reforzar posiciones clave para encontrar más regularidad a lo largo de la temporada.
Redactor y editor de la página web de No Huddle. Cubre la NFL desde 2021. Especialista en San Francisco 49ers.