La temporada de Seattle fue un cuento de dos mitades: en la primera, la ofensiva cargó al equipo pese a que la defensa permitía una cantidad absurda de puntos por partido. Luego los roles se invirtieron, y la defensa fue encargada de mantener a raya a los rivales mientras a la ofensiva le costaba engranar. Los Seahawks ganarían la NFC Oeste pero, en los playoffs quedaron eliminados en un partido para el olvido contra los Rams.
Actualmente el equipo está en una situación delicada: consiguieron algunos refuerzos a partir de la agencia libre (Gabe Jackson, Gerald Everett, Akhello Witherspoon y Pierre Desir) pero, a raíz de distintos intercambios, entre los cuales pudieron conseguir a Carlos Dunlap, Jamal Adams y al mencionado Jackson, Seattle apenas posee tres selecciones en este Draft, con los cuales intentarán arreglar alguna de las necesidades que tienen actualmente. Dependerá de John Schneider resolver la situación del equipo de manera satisfactoria, mientras la relación con Russell Wilson, su mariscal franquicia, pasa por algunas rispideces.
Seattle decidió no concentrarse en sus necesidades en esta primera selección para conseguir a uno de los prospectos más interesantes y versátiles del Draft. El jugador de Western Michigan es receptor, pero también tuvo participación en defensa, actuando como cornerback. Por si fuera poco, también tiene experiencia en equipos especiales como devolvedor de patadas. Es rápido, y puede jugar tanto por dentro como por fuera, aunque no tiene experiencia en el slot y le faltaría desarrollar un arbol de rutas más variado. Pese a no ser alto, juega con determinación y no teme buscar el contacto, incluso en bloqueos. De momento, puede funcionar como WR3; con un poco más de desarrollo, puede convertirse en un jugador realmente productivo.
Los Seahawks tenían a la posición de cornerback como necesidad, y para reforzar su profundidad van por Brown. El esquinero de los Sooners es un jugador con determinación y agresividad, tiene rapidez y explosividad, y es capaz de hacer jugadas importantes. Sin embargo, pese a ser compacto, su falta de tamaño puede ser una desventaja en las jugadas trabadas. Posiblemente deba hacer la transición al slot, pero su valor en equipos especiales, en donde también ha sobresalido, seguramente contribuirá para que Brown tenga tiempo de juego.
From the Sooners ➡️ Seattle
— Seattle Seahawks (@Seahawks) May 1, 2021
Check out college highlights from our new cornerback, @T_Brown25! pic.twitter.com/yVUfucfC4w
Para su última selección del Draft, Seattle decide ir por Forsythe, hijo de Ray Forsythe, quien llegó a jugar en los Bengals y en la NFL Europa. El liniero de los Gators es una montaña (mide 2,03 m), y su físico le permite tener movimientos potentes. Es bueno en protección de pase pero su tamaño le puede jugar en contra a la hora de bloquear en acarreos, y a veces puede ser contrarrestado y también vencido por jugadores más ágiles. Puede jugar tanto en la izquierda (su posición natural) como la derecha de la linea, y con tiempo de desarrollo y coacheo, puede convertirse en un titular confiable.
Desde hace algunos años me podés encontrar en NFL Argentina en Twitter comentando partidos, y ahora me sumo a No Huddle para aportar mi granito de arena y ayudar a convertirlo en el medio líder en el deporte. Me volví aficionado al fútbol americano por casualidad, cuando me topé con el Super Bowl XLVI mientras hacía zapping una noche de verano. Tras aquel partido, comencé a seguir a los Patriots, a quienes les tuve simpatía porque perdieron en esa oportunidad. Pensé que era una buena opción, hasta que poco después me enteré que eran los más ganadores del momento... terminó siendo una gran decisión.