El momento llegó. Luego de trades, rumores y muchas polémicas, los 49ers fueron grandes protagonistas del draft con su tercer pick. Sin necesidades urgentes, los de la bahía tienen ciertos puestos a reforzar para volver a la pelea por el Super Bowl.
Cuando los Niners subieron hasta el pick #3, ya dejaban entrever que iban a por un QB. Tres mariscales sonaron fuerte como posibilidades para la selección de San Francisco: Mac Jones, Justin Fields y Trey Lance. Luego de muchas idas y vueltas, fue el último el elegido para ser la respuesta a largo plazo de la franquicia.
Con un gran brazo y buena presencia en el pocket, Lance tiene uno de los techos más altos en esta clase de quarterbacks. Eso sí, hay aspectos en su juego a pulir y no tiene mucha experiencia como para sacar conclusiones definitivas: tan sólo 17 partidos jugados en North Dakota State, con 318 pases intentados. Por esto, lo más probable es que Jimmy Garoppolo siga al menos un año más como titular en el equipo, al mismo tiempo que desarrollan al joven prospecto de cara al futuro.
Un guard muy físico y de gran tamaño, al punto de utilizarlo mucho como ventaja en sus matchups para tapar algunas deficiencias en su técnica. Él mismo admitió que, en este sentido, todavía tiene un buen margen de mejora. Aun así, Banks tiene la actitud y las condiciones para ser titular en la NFL. Y eso, para una franquicia que está en posición de ganar ahora, es más que bienvenido.
Otro corredor para una de las mejores ofensivas por tierra de la liga. Va a tener que pelear por un lugar en la ofensiva de Shanahan, a la que puede aportar con potencia física en sus acarreos y buenos bloqueos. Protege bien el ovoide y no teme al contacto. Eso sí, no será el running back más elusivo, pero tampoco llega a cumplir ese rol. Fue de menor a mayor en su última temporada en Ohio State, al punto que fue uno de los puntos más altos de la ofensiva en la victoria sobre Clemson en las semifinales del Campeonato Colegial.
Era hora de que los 49ers pusieran foco en su defensiva, especialmente en una secundaria que necesitaba profundidad. De medidas prototípicas, Thomas se destaca por sus ball skills y su juego físico (aunque a veces incurre en castigos debido a esto). También puede servir en los special teams como devolvedor de kicks. Un intangible a destacar es la gran confianza que tiene en sí mismo, algo que dejó en claro cuando dijo que se consideraba un cornerback top 5 de su clase.
Hey @49ers fans, we know you're still up out there & wanna see some footage of your newest running back @treyera 👀#GoBuckeyes #DevelopedHere #NFLDraft #FTTB pic.twitter.com/m1chUTkrX1
— Ohio State Football (@OhioStateFB) May 1, 2021
Moore viene a darle todavía más profundidad a la línea ofensiva de la bahía. Si bien viene de jugar como left tackle en la universidad, es probable que en la NFL alterne como backup entre tackle y guard, dependiendo de las necesidades del equipo. Tiene una contextura física amplia, manos grandes y longitud de brazos, pero deberá seguir mejorando su timing y juego de pies como pass protector si no quiere sufrir contra los grandes edge rushers de la liga.
Un puesto donde la franquicia no tiene mucha profundidad, por lo que parece acertado que lo atendieran. Hufanga es un strong safety atlético, de juego físico y agresivo, con buenas ball skills. La temporada pasada registró cuatro intercepciones en sólo seis partidos. Eso sí, tiene un importante historial de lesiones y sus medibles registrados fueron bastante discretos. Además, tiene que seguir trabajando en ciertos aspectos de su juego, como su capacidad de tacklear corredores en campo abierto.
Bastante llamativo que los Niners fueran por un segundo running back en el draft, dejando la posición de wide receiver sin reforzar. Combina buen tamaño con una importante velocidad, que puede mantener en distancias largas. Por el lado de sus debilidades, no tiene el mejor cambio de paso ni es el más hábil corriendo entre tackles.
Redactor y editor de la página web de No Huddle. Cubre la NFL desde 2021. Especialista en San Francisco 49ers.
