En la NFL los cambios son constantes y los entrenadores no son ajenos a esto. Los malos rendimientos, la falta de disciplina, la dificultad de las personalidades de los propios rosters y la mismísima mala suerte, marcan la vida y la carrera de todos y cada uno de ellos. Es por eso que en No Huddle tendremos nuestra propia saga con aquellos coaches que cuentan con altas chances de encontrarse buscando trabajo pronto. En esta oportunidad, el hot seat le corresponde a Zac Taylor, entrenador en jefe de los Cincinnati Bengals.
Este entrenador ingresa a su tercera temporada al mando de los Bengals, y tras dos años decepcionantes deberá encontrar una chispa en el equipo que le permita justificar su posición y recuperar las esperanzas en Ohio. Es cierto que deberá afrontar la dura AFC Norte, y eso quizás lo excuse de que los playoffs sean el objetivo, pero mantenerse como un contendiente en diciembre debe ser mandatorio.
Zac Taylor es uno de los entrenadores más jóvenes de la liga, y asomaba como una de las grandes promesas como mente ofensiva del coaching tree de Sean McVay, otros de los grandes nombres dentro de los entrenadores más prometedores. Su llegada en 2019 fue a un equipo con un récord de 6-10 y sin muchos fundamentos sobre los cuales comenzar a construir. Los resultados fueron acordes, y terminó una temporada que comenzaba auspiciosa pero que terminaba muy mala, quizás con el aliciente de conseguir el primer pick global con sólo dos partidos ganados. Finalmente, Joe Burrow sería el QB seleccionado para reemplazar al histórico Andy Dalton, y en buena parte, el futuro del entrenador estará ligado a cuánto se pueda desarrollar el QB producto de LSU.
El 2020 tuvo altos y bajos, donde Joe Burrow justificó la primera selección global pero una lesión, en parte producto de una línea ofensiva muy mala, complicó una vez más a la franquicia. Hubo momentos de buen football, pero fueron insuficientes para permitir ilusionarse con un futuro demasiado prometedor. Además, y si bien es cierto que fue contratado por su mente ofensiva, la defensa de los Bengals no termina de hacer pie, y en el nombre por nombre no termina de convencer, sobre todo luego de perder piezas como Carl Lawson, Geno Atkins y Carlos Dunlap.
Si el entrenador, ex mariscal de campo de Nebraska, quiere permanecer al frente de la franquicia deberá encontrar un muy buen funcionamiento ofensivo, y una defensa que permita mantener en partido a un todavía joven QB. Piezas existen, ya que la OL tuvo mejoras considerables, Mixon es uno de los mejores corredores, y la adición de Ja’Marr Chase en el último draft hace ilusionar con un rápido y productivo reencuentro con Burrow. Urge ver una mejora de nivel que permita ilusionar con una campaña de playoff en 2022, caso contrario deberá empezar a buscar un nuevo trabajo.
Economista de carrera, escritor por pasión. A los diez años mi viejo me regaló la 13 de Dan Marino y desde entonces el aqua y naranja corre por mis venas. Después de algunas temporadas de amor/odio, el deporte se convirtió en casi una obsesión. Me encanta analizar los Xs & Os y puedo invertir fácil 20 minutos de mi día mirando una sola jugada.