Nos acercamos a una de las fechas más importantes del calendario de la NFL: el draft. El jueves 29 de abril se llevará a cabo la primera ronda, continuando hasta la finalización del evento el día sábado.
En No Huddle analizaremos los prospectos más interesantes de una camada plagada de talento en varias posiciones. En esta oportunidad nos toca revisar a Christian Barmore, uno de los mejores tackles defensivos de esta clase, que está peleando por ser seleccionado en el primer día.
Barmore demuestra muy buena movilidad para salir de la línea de scrimmage, obligando a los linieros ofensivos rivales a llegar al punto de intersección con urgencia. Este tackle encuentra, a partir de su velocidad inicial, buena parte de su ventaja para generar presión en el backfield rival. Sus primeros movimientos demuestran además un muy buen cambio de dirección que le da ventaja en el punto de ataque, que continúa con muy buena fuerza para generar movimiento.
Christian Barmore with a sack 😤pic.twitter.com/PEYqt34KjT
— Alabama Diehards (@AlabamaDieHards) January 12, 2021
Violencia adecuada en sus manos para generar disrupción en el rival a lo que le suma el uso de longitud para mantener separación y leer la jugada. Sabe utilizar el swim move, aunque parece exclusivamente limitado a este movimiento, lo que genera previsibilidad en su forma de atacar. Carece de capacidad de generar contra movimientos una vez que pierde la parte inicial del snap. El timing y la precisión/colocación de sus manos es algo en lo que también deberá trabajar en el próximo nivel.
Generalmente ha trabajado desde el hombro externo de los guardias (3-tech), donde demuestra capacidad para hacer jugada de stunt o twist (carga por el interior o exterior de la línea), con sus buenas velocidad y movilidad lateral que le permiten atacar con buen timing. Carece de planes consistentes de ataque, y suele depender de algunos movimientos y su velocidad inicial. Deberá mejorar además su pad level, ya que muchas veces se encuentra demasiado alto, permitiendo que los interiores rivales pongan las manos debajo de sus hombreras. Demuestra una gran habilidad en bull rush, donde impone su dominio físico sobre jugadores de menor tamaño.
Demuestra capacidad suficiente para absorber bloqueos dobles, cediendo poco terreno y demorando la habilidad de que los OL ataquen el segundo nivel. Su pad level alto hace que pierda tracción en la mitad inferior del tren y puede ser movido para abrir ruta para el corredor rival. Buena inteligencia para leer el bloqueo de los rivales y predecir dónde van a intentar atacarlo.
Christian Barmore!! 4th Down Stop #BamaVsOsu #NationalChampionship pic.twitter.com/wpK5uET2Ha
— InsideBamaRecruiting (@RTRnews) January 12, 2021
Demuestra algunas inconsistencias. En jugadas que permanecen en su visión, se mantiene alerta, pero cuando se alejan de él puede no tener todo el esfuerzo necesario para generar la persecución deseada.
Buena capacidad atlética con buena velocidad de salida desde el snap y movimientos laterales. Demuestra muy buena fuerza en su tren inferior para no ceder terreno, aunque con espacio de mejora en la mitad superior. Gran flexibilidad para atacar en las esquinas y obligar a los linieros rivales a jugar bajo en esas situaciones.
Comparación: Gerald McCoy
Proyección: Final de primera ronda/segunda ronda
Barmore es un jugador explosivo que ha sabido demostrar toda su jerarquía en juegos de gran importancia. De hecho, fue elegido como el MVP defensivo en la final del título colegial disputado en 2021 frente a Ohio State, donde pudo neutralizar a una gran línea del equipo del Big 10.
Su explosividad en el snap, potencia y capacidad de identificar jugadas lo hacen un jugador extremadamente peligroso en el interior de la línea. Encuentra su mejor versión jugando desde el 3-tech (sobre el hombro externo del guardia) en jugadas de penetración. Su plan de ataque, uso de las manos en movimientos de finnesse y pad level deberán mejorar en el próximo nivel, donde sólo su gran fuerza física no le será suficiente para generar presión.
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Economista de carrera, escritor por pasión. A los diez años mi viejo me regaló la 13 de Dan Marino y desde entonces el aqua y naranja corre por mis venas. Después de algunas temporadas de amor/odio, el deporte se convirtió en casi una obsesión. Me encanta analizar los Xs & Os y puedo invertir fácil 20 minutos de mi día mirando una sola jugada.