El 12 de Febrero Kansas City Chiefs y Philadelphia Eagles disputarán el Super Bowl LVII en Glendale, Arizona. El evento deportivo más importante de Estados Unidos se jugará en el State Farm Stadium, lugar donde Arizona Cardinals suele jugar sus encuentros en condición de local y que alberga setenta mil espectadores.
Kansas City Chiefs, el mejor sembrado de AFC en la temporada regular, se ganó el derecho a medirse a los Eagles por la gloria del Super Bowl LVII tras superar 23-20 a Cincinnati Bengals en un cardíaco partido por el campeonato de la Conferencia Americana. Una semana antes le ganaron en un parejo partido a Jacksonville Jaguars por 27 a 20.
El Súper Bowl es el acontecimiento televisivo más importante y más visto de la tierra, donde las publicidades cuestan millones por segundo. Este suceso capta la atención del mundo entero tanto por lo que pasa adentro del emparrillado como por el espectáculo que se sucede en medio tiempo
Casi como un deja vú#ChiefsKingdom pic.twitter.com/NexTeJN46i
— No Huddle (@nflnohuddle) January 30, 2023
La franquicia de Missouri, dirigido por el entrenador en jefe Andy Reid, vive su auténtica época dorada, pues disputará su tercer Súper Tazón en las más recientes cuatro temporadas de la NFL. Desde que Patrick Mahomes lidera el ataque, los Chiefs están en la elite del deporte y son un contendiente a campeón años tras año.
Antes del comienzo de la temporada había muchas preguntas sobre cómo le iba a afectar a la ofensiva la partida del velocista receptor, Tyreek Hill. Las respuestas tienen nombre y apellido: Pat Mahomes y Travis Kelce. El mariscal egresado de Texas Tech demostró que no necesita un receptor elite para demostrar su excelencia. Este año a su talento anormal le sumo una paciencia y juego en el pocket que no poseía en años anteriores.
Mejoró en sus lecturas defensivas y en pocas situaciones forzaba la jugada. Intentaba siempre buscar la mejor opción, sea pase de cinco yardas, diez o un simple “screen”. Travis Kelce está destinado a ser el mejor tight end de la historia del deporte. No hay ninguna duda de esto. Es tan buen jugador e inteligente que en muchas ocasiones no necesita una ruta asignada, sino que tiene buscar el espacio libre para atacar. Eso, además, genera que sea casi imposible de marcar porque no tiene tendencia alguna y no podés anticiparte a la ruta que va a hacer. Pero no solo con el balón es un “playmaker”. Sin el ovoide también genera grandes dividendos. ¿Cómo es eso? Las defensivas rivales, cuando se focalizan en él, dejan muchos espacios que es totalmente aprovechado por compañeros. Consecuencia de todo esto: Mejor ataque de la liga.
"Conocé tu rol y callate la boca"
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De Travis Kelce para el alcalde de Cincinnati... 😳pic.twitter.com/TIP16sDO35
La defensiva coordinada por Steve Spagnuolo dio un pase adelante necesario para estar en estas instancias. La línea defensiva es el gran causante de esta mejoría. Comandados por el DT Chris Jones, quien ha tenido su mejor año desde que llegó al profesionalismo, generan una presión constante que trae apareado muchas capturas, lanzamientos apresurados o intercepciones. Vale decir que, si no elevaban su nivel, hoy no estaríamos hablando de Kansas City en un nuevo Super Bowl.
La gran incertidumbre y preocupación viene dada por el estado del tobillo de su mariscal estrella. Es de público conocimiento que en el partido frente a Jacksonville sufrió un esguince de tobillo grado dos y su movilidad es reducida. Los fanáticos de Kansas City están prendiendo velas para que el tobillo llegue en óptimas condiciones al partido final. Frente a una línea como la de Philadelphia necesita tener mucha movilidad para extender jugadas y sacar agua de las piedras. Si no puede moverse de forma natural, veo difícil que alcen el Trofeo Vince Lombardi.
Co-Founder de No Huddle. Miembro activo del fútbol americano nacional desde 1996. Conductor del programa de Football Nacional y redactor de la web.
