.jpg)
La temporada de la NFL no termina a menos que Aaron Rodgers encuentre la forma de robarse todos los titulares. Una vez más, el veterano ha levantado dudas acerca de su futuro con los Green Bay Packers, coqueteando con la idea del retiro o ¿Por qué no? Un traspaso.
A estas alturas, la mayoría de los fanáticos y analistas ni siquiera pestañean ante las constantes amenazas del cuatro veces Jugador Más Valioso de la liga. A decir verdad, no parecen más que un bluff y una forma de que se hable más sobre su futuro que acerca de su desempeño en lo partidos que han puesto fin a su temporada.
Por supuesto, no quiero que estas palabras se malinterpreten o piensen que no respeto a quien considero el quarterback puro más talentoso de la historia. Es sólo que se hace difícil tomarlo en serio después de vivir esto año tras año. Sin embargo, asumamos que esta vez es cierto. Imaginemos que Rodgers está harto y cansado del frío de La Tundra o bien, que la organización ha decidido finalmente que necesitan reconstruir y ya no cuentan más con sus servicios. De ser así, ¿Qué equipos podrían - o más aún deberían - ir por él?
Empecemos diciendo con toda sinceridad que esto no parece posible en este momento. Kenny Pickett terminó la temporada en alza, y no parece que los Steelers estén dispuestos a dar lo que Green Bay pudiera pedir en retorno por su mejor jugador. Sin embargo, sería una movida más bien lógica.
La ofensiva de los Steelers ha sido difícil de mirar durante muchos años, ya fuera por el terrible play-calling y diseño o por la nula movilidad de Ben Roethlisberger. Pero Rodgers y Mike Tomlin se conocen y llevan muy bien, y su llegada podría ser el catalizador que necesitan los Steelers para volver a competir en serio, al menos mientras Pickett continúa su desarrollo.
Ya sabemos bien que los Indianapolis Colts van a ir por cualquier quarterback veterano que pida muchísimo dinero y esté más allá de sus mejores años. Rodgers aún parece ser una súper estrella, así que tal vez eso pueda espantar a un Jim Irsay que parece cada vez más desorientado en su búsqueda por el sucesor de Andrew Luck.
La situación en Indianapolis no es precisamente la más estable y Jeff Saturday no es el coach más experimentado. Pero los Colts tienen una excelente defensiva, uno de los mejores corredores de la liga, y han estado a un mariscal de distancia de convertirse en un contendiente digno de temer.
Las Vegas Raiders consiguió a uno de los mejores receptores de la última década, Davante Adams. Así que, ¿Se imaginan qué tan bueno sería si tuviera un QB de élite como Rodgers pasándole el ovoide en campo abierto? Ya fuera de bromas, parece que los Raiders no cuentan con Derek Carr, y Adams siempre mantuvo buena relación con Rodgers antes de dejar Wisconsin.
Demás está decir que Josh McDaniels dejó mucho que desear en su primer año en la Ciudad del Pecado y bien podría tener más culpa de sus problemas que el propio Carr. Pero los Raiders tienen un núcleo fuerte en ambos costados del emparrillado y Rodgers podría ser quien los ayude a mantenerse a flote en la división más complicada de la liga.
Daniel Jones tuvo el mejor año de su carrera con Brian Daboll. Se revalorizó y podría probar la agencia libre después de que los Giants no tomaran la opción para el último año de su contrato. Pero incluso si Danny Dimes quiere volver a la Gran Manzana, ni siquiera su mejor versión podría acercarse a Rodgers en su peor día.
Los Giants tienen una de las mejores defensivas de la NFC y un coach que pudo revivir a su ofensiva tras años de letargo. Sufrieron con lesiones y perdieron partidos que debían ganar, pero no olvidemos que este equipo inició la temporada con récord de 7-1. Rodgers merece un mercado grande, y los G-Men merecen un QB franquicia.
Por primera vez en décadas, hay verdaderos motivos para tener esperanza en New York. Sin embargo, los Jets no pueden cometer el error de conformarse en la temporada baja. Marcus Mariota, Derek Carr, Jimmy Garoppolo o Baker Mayfield son nombres que deberían evitar a toda costa y, en su lugar, deberían ir tras mariscales de élite, tal como Aaron Rodgers.
De no ser por Zach Wilson, los renovados Jets estarían en la postemporada en este momento. Sus piezas jóvenes darán de qué hablar en la liga por muchos años, y su defensa tiene el potencial de ser la mejor de la liga. Incluso compartiendo división con los Bills y los Dolphins, este equipo con Rodgers podría convertirse en la próxima dinastía de la AFC Este.
Psicólogo deportivo y redactor desde hace 8 años. Especialista en NBA, NFL y MLB. Colaborador en No Huddle desde 2022.
